88. Under Fire. Bajo el Fuego (1983), (nominada a mejor banda sonora).
Obra maestra absoluta del compositor y de la historia del cine, en uno de los trabajos más desbordantes, bellos y apasionados de toda su carrera si no el que más. No son pocos los aficionados del compositor que piensan que es su mejor banda sonora y no les falta razón, y aunque está en mi top 5 del compositor, el podio lo sigue teniendo “Alien”. A lo que vamos, el film de Roger Spottiswood, narra la historia de unos reporteros de guerra en tiempos de conflicto y en este caso el conflicto de Nicaragua contra la dictadura de los Somoza y la intervención posterior de los EEUU en la denominada “contra” financiada por el gobierno americano. Una película que puso el dedo en la llaga sobre el intervencionismo de los EEUU en los conflictos de la región y quizá por ello minase sus opciones en la carrera de los Oscar en pleno mandato del presidente Reagan. Un film notable con unos excelentes protagonistas (Nolte, Cassidy y Hackman) y una majestuosa partitura del compositor, que cuenta con la inestimable ayuda del solista Pat Matheny en la guitarra. La música más que tomar partido por un bando u otro, lo que hace es contextualizar geográficamente la acción proporcionando un excepcional telón de fondo musical a las imágenes, en una magnífica combinación de orquesta, algún que otro sintetizador e instrumentos autóctonos de la región como la guitarra española o la flauta de pan. Esta partitura fue nominada a los Oscar de 1983 (la decimotercera de su carrera) y perdió contra el “Elegidos para la Gloria” de Bill Conti en uno de los casos más flagrantes de atraco a mano armada que se recuerdan en la historia de las bandas sonoras, un trabajo muy superior a cualquiera de los nominados ese año y ojo que se juntaba también John Williams con “El retorno del Jedi”. En esta partitura, en la que no hay tema menor, es para todo buen amante de la buena música de cine un “must have”. Tres cortes, porque un servidor, no sabe prácticamente donde elegir sin hacer de menos al resto “Bajo Fuego”, “A New Love” y el inolvidable “Nicaragua”. Y si ayer decíamos que “Spartacus” era como el “Tourmalet” bien podría decirse que “Bajo el Fuego” son como “Los Lagos de Covadonga”, una cima musical mítica.
"Uno de los casos más flagrantes de atraco a mano armada que se recuerdan en la historia de las bandas sonoras", hombreeeee, que empezamos a contar y no paramos. Que Elegidos para la gloria es fantástica (y, sí, a lo mejor Holst también pesó).
Sobre Under Fire me da que si hoy se recuerda Nicaragua igual es más por esto. ¡Y agradecidos a Tarantino!
"Uno de los casos más flagrantes de atraco a mano armada que se recuerdan en la historia de las bandas sonoras", hombreeeee, que empezamos a contar y no paramos. Que Elegidos para la gloria es fantástica (y, sí, a lo mejor Holst también pesó).
Sobre Under Fire me da que si hoy se recuerda Nicaragua igual es más por esto. ¡Y agradecidos a Tarantino!
Es atraco a mano armada , y por supuesto no es el único caso en la historia de las bandas sonoras, pero este caso es especialmente sangrante ya que no resiste comparación "Elegidos para la Gloria" con "Under Fire", la primera está tan apegada a Gustav Holst que repite hasta "pasajes" enteros, la obra de Goldsmith es novedosa, fresca y original. ¿Puede decir lo mismo Conti? . Los premios finales son otra cosa.
Sí y Tarantino utilizó "Nicaragua" y de forma muy chapucera por cierto, sacada de contexto y mal. Morricone tampoco estaba muy contento con el uso que se hizo de su música en varias películas de Tarantino. Cada trabajo tiene un por qué y un sentido que le ha querido dar el compositor y no son cromos intercambiables, y es algo que cabrea especialmente a los compositores cuando se hace.
Sí y Tarantino utilizó "Nicaragua" y de forma muy chapucera por cierto, sacada de contexto y mal. Morricone tampoco estaba muy contento con el uso que se hizo de su música en varias películas de Tarantino. Cada trabajo tiene un por qué y un sentido que le ha querido dar el compositor y no son cromos intercambiables, y es algo que cabrea especialmente a los compositores cuando se hace.
Peeeero sirve para recuperar joyas, reivindicar títulos y hasta para reeditar bandas sonoras perdidas.
¿Alguien ha visto Twisted Nerve? ¿Alguien no sabría silbar esto automáticamente?
Insisto, gracias a Tarantino, yo conocí Twisted Nerve y esta banda sonora de Herrmann.
Sí a lo que dices pero solo a medias . En el caso de "Nicaragua" de Goldsmith, Tarantino se zampa casi el primer minuto del corte, una fanfarria imprescindible y que es explicativa de una revolución de un País entero, desvirtuando así completamente la composición, y usando parte de ese mismo corte en su película porque simplemente le gusta y queda "bonito" en una escena de mera transición.
Ya te garantizo yo que si Herrmann hubiera estado vivo hubiera ido directamente a la yugular de Tarantino y por supuesto Goldsmith también.
88. Under Fire. Bajo el Fuego (1983), (nominada a mejor banda sonora).
Obra maestra absoluta del compositor y de la historia del cine, en uno de los trabajos más desbordantes, bellos y apasionados de toda su carrera si no el que más. No son pocos los aficionados del compositor que piensan que es su mejor banda sonora y no les falta razón, y aunque está en mi top 5 del compositor, el podio lo sigue teniendo “Alien”. A lo que vamos, el film de Roger Spottiswood, narra la historia de unos reporteros de guerra en tiempos de conflicto y en este caso el conflicto de Nicaragua contra la dictadura de los Somoza y la intervención posterior de los EEUU en la denominada “contra” financiada por el gobierno americano. Una película que puso el dedo en la llaga sobre el intervencionismo de los EEUU en los conflictos de la región y quizá por ello minase sus opciones en la carrera de los Oscar en pleno mandato del presidente Reagan. Un film notable con unos excelentes protagonistas (Nolte, Cassidy y Hackman) y una majestuosa partitura del compositor, que cuenta con la inestimable ayuda del solista Pat Matheny en la guitarra. La música más que tomar partido por un bando u otro, lo que hace es contextualizar geográficamente la acción proporcionando un excepcional telón de fondo musical a las imágenes, en una magnífica combinación de orquesta, algún que otro sintetizador e instrumentos autóctonos de la región como la guitarra española o la flauta de pan. Esta partitura fue nominada a los Oscar de 1983 (la decimotercera de su carrera) y perdió contra el “Elegidos para la Gloria” de Bill Conti en uno de los casos más flagrantes de atraco a mano armada que se recuerdan en la historia de las bandas sonoras, un trabajo muy superior a cualquiera de los nominados ese año y ojo que se juntaba también John Williams con “El retorno del Jedi”. En esta partitura, en la que no hay tema menor, es para todo buen amante de la buena música de cine un “must have”. Tres cortes, porque un servidor, no sabe prácticamente donde elegir sin hacer de menos al resto “Bajo Fuego”, “A New Love” y el inolvidable “Nicaragua”. Y si ayer decíamos que “Spartacus” era como el “Tourmalet” bien podría decirse que “Bajo el Fuego” son como “Los Lagos de Covadonga”, una cima musical mítica.
Magnificas tres muestras de esta BSO. La verdad que no sabría con cual quedarme pero sí que me deja ojiplático lo que era una banda sonora antes y lo que es ahora. Aquí, como en todas las que has puesto se nota exclusividad... A diferencia de los trabajos de un tiempo a hoy.
Si ayer poníamos en el hilo de bandas sonoras Psicosis de Bernard Herrmann, turno del Psicosis hecho por Goldsmith para la segunda parte . Evidentemente no puede ser comparada con la Obra Maestra de Bernard Hermann para la película de Hitchcock, pero mejor con Goldsmith, siendo un consumado experto en el género, que con ningún otro compositor. Y aunque la partitura este lejos de sus trabajos para "Poltergeist" o "La Profecía", para nada hace un trabajo descafeinado ni que desmerezca la obra de Herrmann. Es más, resulta más que notable el tema creado para el personaje de Norman Bates, un tema deliberadamente melódico y melancólico que incide en la soledad e inocencia del personaje haciendo un adecuado uso de los sintetizadores para recrear una atmósfera de terror además de momentos de indudable belleza. Quizá lo mejor es que no referenció para nada la obra previa de Bernard Herrmann, algo que se agradece.
90. Twilight Zone: The Movie. En los Límites de la Realidad. La Película (1983).
La famosa serie de televisión de los años 50 y 60 "La Dimensión Desconocida" tuvo su traslación a la pantalla en forma de 4 episodios independientes dirigidos por cuadro directores distintos (Joe Dante, Steven Spielberg, George Miller y John Landis). Goldsmith se encargó de la banda sonora y trabajó con los 4 directores, adaptándose a las directrices y necesidades de cada director que firman episodios muy diferentes, siendo los dirigidos por Joe Dante y George Miller los más interesantes, inolvidable el episodio dirigido por George Miller donde una criatura o demonio se come literalmente las alas de un avión bajo el horror de un John Lithgow que parece ser el único en darse cuenta de la gravedad de la situación en el avión. Goldsmith escribe en todos los registros musicales posibles, siendo el episodio firmado por Spielberg el más lírico en un estilo cercano a John Williams, pero donde se encuentra en su salsa es los episodios para George Miller mítico el violín demoniaco y en el episodio para Joe Dante. Goldsmith hizo una suite de los temas más destacados en una especie de Overtura que programaba asiduamente en sus conciertos.
Su única incursión en la comedia romántica durante esta década fue esta película de Steve Martin, una película menor con un score simpático y agradable aunque sin pretensiones, que quizá es lo mejor que se puede decir del mismo. Se trata de una rareza con sonidos pop de los ochenta, hija de su tiempo, y que queda un tanto en tierra de nadie teniendo en cuenta los magníficos trabajos anteriores y posteriores del compositor. Como siempre un Goldsmith camaleónico que saltaba entre los distintos géneros.
Los productores de esta película debieron pensar ¿a quién podemos contratar que no sea John Williams y ofrezca una fanfarria con garantías?. Pues no había muchas opciones la verdad sea dicha, pero afortunadamente lo tuvieron claro, a su máximo competidor. La expectación seguramente fuera máxima por los aficionados de aquél entonces, teniendo en cuenta además que Goldsmith fue la primera opción elegida para el “Superman” de 1978, y que no pudo hacer por problemas de agenda. Seguramente tenía una espina clavada desde entonces y la aceptación de este trabajo se entiende, aunque enfrente tuviese la mejor obra sinfónica de John Williams.
La película se queda a años luz del “Superman” de Richard Donner y de los posteriores no recaudando ni siquiera lo invertido en ella. Eso sí, Helen Slater luce figura y traje como ninguna otra después en el papel. En cuanto a la música Goldsmith cumple sobradamente nuevamente en una película no está a la altura de sus capacidades. El compositor continua aquí la senda sinfónica trazada por John Williams haciendo un fantástico tema central (todos los ojos u oídos iban a estar puestos ahí ) para la heroína a modo de marcha heroica pero que cae en saco roto por la película de la que se trata. Es curioso ver los dos estilos sinfónicos de los dos compositores más capaces por aquél entonces y que cuentan con similitudes pero con muchas diferencias en su tema central, el de Williams más heroico y contundente el de Goldsmith le imprime al suyo un cierto sentido de la maravilla sobre todo en las cuerdas y es más ligero, no dudando en incluir ciertos elementos disonantes en su parte central. El tema central de Supergirl, contiene todos los elementos que desarrollará el compositor en el resto de la banda sonora, destaca sobre todo en el uso del sintetizadores para describir la “zona fantasma” con sonoridades muy acertadas y como no los temas de acción que a estas alturas no hace falta ni explicar, "The Monster Tractor", donde el tema principal se enfrenta al contra tema, el bien contra el mal. De la famosa “Overture”, que contiene todos los leit-motiv principales destacaría su hilarante parte final (a partir del 5:36 hasta el final), puro Goldsmith.
Primera colaboración en una película del binomio Joe Dante-Jerry Goldsmith (posiblemente el director con el que mejor se entendió junto con Franklin Schaeffner), aunque habían trabajado juntos un año antes en “ The Twilight Zone”, esta vez se trataba de una película de un solo director.
Joe Dante siempre otorgó carta blanca en la música al compositor y entablaron una relación hasta el final de los días del compositor en 8 películas muy diferentes entre sí, donde el compositor experimentó en los sintetizadores y su fusión con la orquesta convencional, dando varias de las partituras más originales y gamberras de los 80 y 90. Partitura muy experimental y entrañable esta “Gremlins”, que cuenta en muchos momentos con sonidos descacharrantes en el sintetizador para una Navidad alucinante gracias a estos animalillos. La música del compositor adquiere todo su sentido dentro de las imágenes, más que en su escucha aislada que es más complicada. Con todo y con ello cuenta con magníficos momentos como su muy bello tema principal, que es uno de sus clásicos de los 80.
Thriller de la mano de Michael Chrichton, una cinta interesante protagonizada por Tom Selleck, con científicos malvados, arañas asesinas robóticas y una ciudad de Los Ángeles futurista. Se deja ver. Jerry “Hyde” Goldsmith ofrece su peor cara, algo que en la segunda mitad de los 80 sería bastante frecuente, partitura compuesta íntegramente para sintetizadores que trataban de recrear ese ambiente tecnológico y que en la película tienen un pase pero que fuera son infumables, una de sus peores bandas sonoras, y es que al igual que le pasaría a Maurice Jarre comer en exceso de la fruta del "árbol prohibido" tiene un precio. No obstante es un score que tiene sus defensores.
Si “First Blood” fue la presentación del personaje de John Rambo, un soldado de la guerra de Vietnam que no termina de encajar en la sociedad a su regreso. Esta segunda parte, es plenamente una entrega de acción y sin complejos hija de su tiempo. Goldsmith prácticamente no hace uso del tema principal establecido en la película anterior creando un nuevo tema para John Rambo, menos lírico y más marcial, que es introducido ya desde el principio en la famosa pedorreta electrónica. Este score es la quintaesencia del sonido Goldsmith de acción de los 80, melodías polirritmicas ascendentes tan característicocas de su autor, potente orquestación y batería militar, uno de los mejores scores de acción de su carrera que contiene varios momentos estelares como ese salto accidentado en paracaídas desde el avión “The Jump” o el mítico “Escape from Torture”, la más adrenalítica de las tres entregas que el compositor hizo, un Goldsmith hipervitaminado.
Mítica banda sonora.
De un popularidad insuperable en los 80, tan poderosa y épica que nunca te cansas de escucharla. Un trabajo notable del maestro de la coleta blanca.
Mítica banda sonora.
De un popularidad insuperable en los 80, tan poderosa y épica que nunca te cansas de escucharla. Un trabajo notable del maestro de la coleta blanca.
Me alegra Caltiki que te guste Rambo II es un score de acción tremendo. Atento a la próxima banda sonora que pondré el Martes porque creo que te va a gustar bastante yo que se que buscas cosas nuevas y esta lo es.
Es de suponer que el extraordinario talento que atesoraban director y músico fue motivo más que suficiente para darse una segunda oportunidad ambos (como en los mejores matrimonios) tras lo sucedido en “Alien”. Pero como dice el refrán, segundas partes nunca fueron buenas, y en este caso fue así.
Ridley Scott realizó una película interesante pero a años luz de sus tres trabajos anteriores, en cambio Jerry Goldsmith, en algo más de tres meses de trabajo, se marca una de las Obras Maestras absolutas de su carrera, y entre sus seguidores no son pocos los que piensan que es su partitura más compleja para el cine. Festival musical donde el compositor ofrece un auténtico recital para una cinta de fantasía en la que estuvo muy inspirado desde el punto de vista melódico, en una de sus mejores combinaciones de orquesta sinfónica con sintetizadores que se recuerdan, y en la que desplegó su enorme capacidad para componer música de tintes impresionistas no exenta de cierta oscuridad como requería la historia. La música nos transporta a un bosque mágico, seductor y peligroso, con unicornios, princesas y demonios, sensual e hipnótico del que sales maravillado.
¿Qué es lo que sucedió esta vez?. Pues que los productores entraron en pánico ya que se olían el fracaso comercial de la cinta (como realmente sucedió), y decidieron realizar ajustes a la misma, entre ellos, una música más comercial sustituyendo la compleja y absorbente partitura de Goldsmith por otra del grupo alemán de música electrónica Tangerine Dream. Las comparaciones resultan odiosas, frente el carácter anodino y poco inspirada de la música del grupo alemán el majestuoso trabajo sinfónico superior realizado por el americano. Pero por una vez la historia de las bandas sonoras fue justa, porque la película en su estreno y distribución en Europa no llegó a cambiarse el apartado musical y “Legend” se estrenó con la música de Jerry Goldsmith, por el contrario, en USA se estrenó con la música de Tangerine Dream.
Ni que decir tiene, que tras este episodio las relaciones quedaron completamente rotas, Jerry no quiso saber nada más de Ridley Scott a pesar de que se rumoreó que hubo algún acercamiento por parte del director en alguna ocasión. Tan sólo después del fallecimiento del compositor en 2004, Scott, quién sabe si como modo de expiar culpas o como homenaje, ha incluido en cintas como “El Reino de los Cielos” o “Alien Covenant”, fragmentos musicales del compositor.
Van cuatro cortes, el misterioso tema principal “Main Title/The Goblins”, el inolvidable vals donde la protagonista danza embrujada “The Dress Waltz”, "The Ring" una de las páginas más maravillosas y hermosas escritas por el compositor y “Re-United” toda la expresividad del tema principal puesta sobre la mesa.
Una partitura que como su nombre indica ya se ha convertido en Leyenda.
Un año después de la más que notable colaboración de Joe Dante y Jerry Goldsmith en "Gremlins", se volvían a reunir en una cinta de ciencia ficción entrañable muy del gusto de compositor y director, y en la línea del cine de los 80 para este tipo de películas, hoy convertidas en pequeñas obras de culto. Se puede decir que Explorers viene a ser el ET de Goldsmith. Aquí el uso del sintetizador es muy acertado y los resultados en combinación con la gran orquesta vuelven a resultar una mezcla infalible. Partitura ensoñadora y mágica, es un muy buen trabajo de los dos, y desde el punto de vista musical un peldaño por encima de “Gremlins”, aunque este último goce de mayor fama.
98. King Solomon´s Mines. Las Minas del Rey Salomón (1985).
Película francamente mala salvo por dos cosas, siempre es de agradecer poder ver a Sharon Stone y lógicamente Jerry Goldsmith (se ve que a la rubia la arropaba musicalmente como a ninguna, y no se si es muy consciente ella de esto ). Es un Indiana Jones a lo pobre, pero da igual el compositor se puso una venda en los ojos y compuso su propia versión de la historia. En películas como esta Goldsmith tenía más razón que un Santo cuando afirmaba que “nunca había visto una buena banda sonora salvar una película mala….”, pues eso. Aventura, acción, frenesí y calidad, todo lo que no tiene la película lo tiene la banda sonora del Maestro, una película que no se merece este pedazo de banda sonora y de esas hay muchas de Goldsmith. Uno cree que ha escuchado de todo y que la orquesta tiene sus limites pero si escuchas un corte como “Forced Flight”, como está escrito y el tremendo latigazo musical del compositor desde el minuto 2:11 hasta el 4:20 sin fisuras y de un tirón te quedas de piedra y ves como llevaba la orquesta a límites insospechados, por algo la sección de percusión y metal de las orquestas disfrutaban con él como con ningún otro y entiendes las razones.
99. Baby, The Secret of the lost legend. Baby, el Secreto de la Leyenda Perdida (1985).
Antecedente inmediato de Jurassic Park pero con muchísimos menos medios y peores efectos especiales. Goldsmith que tenía varias cintas aventureras ese mismo año 1985 se enfrasca en esta cinta donde vuelve a experimentar con los sintetizadores en su fusión con la gran orquesta y conserva alguna que otra sonoridad escuchada en “Legend”. No es que sea lo mejor de ese año compuesto por él, pero ofrece mucho más de lo que da la película, nuevamente el tema principal no falla lleno de color y los temas de acción parecen escritos con una facilidad pasmosa.
100. Hoosiers. Hoosiers Más que Ídolos (1986), (nominada a mejor banda sonora).
La parada número 100 en este recorrido tenía que ser algo especial y lo es.
Primer trabajo juntos de una maravillosa relación entre el director David Anspaugh y Jerry Goldsmith. El compositor se movía como pez en el agua por estas pequeñas películas donde el drama de los personajes principales era tan importante como la épica del deporte, y en dónde los personajes siempre seguían un viaje de superación. La temática esta vez era el basketball pero podía haber sido cualquier otra que los resultados hubieran sido los mismos. Goldsmith ofrece un tema central magistral arrollador con el sintetizador que es un himno al deporte y sintonía de más de un programa deportivo, pero donde Goldsmith eleva esta partitura a la genialidad es en el fraseo dramático y casi bucólico de la música (los primeros minutos con ese coche atravesando en la noche la llanura americana, un entrenador que llega a un pueblo, y el gran sueño americano de gente corriente, Goldsmith lo dibujó y entendió con precisión de cirujano musical). Excepcionalmente bella y un tema final de 15 minutos para la historia de las bandas sonoras donde Goldsmith conduce él solito al equipo de baloncesto de una pequeña población de Indiana a la leyenda sacando las lágrimas al más pintado (animo a sentarse, cerrar los ojos, dejarse llevar, escuchar el sonido de la pelota chocando en el parqué, Goldsmith nos coge de la mano y nos hace soñar que todo se puede lograr con el esfuerzo). Obtuvo su justa recompensa con una nueva nominación a los Oscar (la decimocuarta ya de su palmarés), pero nuevamente se fue de vacío. Ni “Hoosiers” ni “La Misión”, las dos mejores bandas sonoras de ese año, y convendrá muy buen amigo ggl07 que aquí no hay excusa posible, que ni Ennio o Jerry se llevaran alguno de ellos el Oscar a su casa era para entrar con la recortada en mitad de los Oscar. Es de las partituras que hacen afición.
Contaba David Anspaugh que la asignación de este trabajo al compositor fue casi una medio encerrona. El representante del compositor ya le había hablado de la película y le invitó a un pase previo, pero Goldsmith no se había mostrado muy expresivo en las presentaciones iniciales con el productor y director por lo que el director se mostró poco confiado de que fuese a aceptar. De hecho, Goldsmith se sentó el sólo unas filas más adelante y su representante y el director algunas filas más atrás en la sala. David Anspaugh comentaría que no vio moverse al compositor ni una sola vez durante la proyección. Cuando terminó y se encendieron las luces, Anspaugh dio por sentado que todo había acabado y el compositor no iba a aceptar el trabajo y deberían buscar a otro, al cabo de unos pocos segundos más tarde, Goldsmith se giró, y con los ojos enrojecidos, le dijo a su representante: eres un hijo de puta sabías que iba a aceptar este trabajo, David Anspaugh no daba crédito a lo que había sucedido. El resto es historia.
En efecto, lo de La misión escapa a cualquier explicación racional. Por desgracia (para mí), no comparto tu pasión por Hoosiers...
Y eso?
Pues que la película no me emociona, qué le vamos a hacer. Será por los tópicos, o porque no me gusta demasiado el baloncesto, o porque el director no tiene ningún pulso, o porque se hace larga...
En efecto, lo de La misión escapa a cualquier explicación racional. Por desgracia (para mí), no comparto tu pasión por Hoosiers...
Y eso?
Pues que la película no me emociona, qué le vamos a hacer. Será por los tópicos, o porque no me gusta demasiado el baloncesto, o porque el director no tiene ningún pulso, o porque se hace larga...
(No, no me refería a la banda sonora )
Uff, ya me extrañaba porque la banda sonora de "Hoosiers" es tremenda, aporta lo que no tiene la película y va más allá.
Lo que has dicho sobre la película así lo expresa el compositor inglés Adolph Deustch (El Halcón Maltés, El Apartamento....) "Un compositor de cine es como el empleado de una funeraria: no puede resucitar a un muerto, pero se espera de él que lo haga parecer más presentable".
En el caso de Goldsmith esta afirmación fue muy a menudo cierta, películas que no se merecían la pedazo de música que él escribía, pero jamás se arrepintió (que sepamos) de intervenir en estas películas.
Lo hablamos una vez en las eternas comparaciones con Williams o Barry. Yo creo que Goldsmith estuvo en más películas malas o menos populares que los dos anteriores.
Lo hablamos una vez en las eternas comparaciones con Williams o Barry. Yo creo que Goldsmith estuvo en más películas malas o menos populares que los dos anteriores.
También trabajó considerablemente más que Barry y Williams y un rasgo de su personalidad, que también seguramente influiría, es que no era muy dado a autopromocionarse.
101. Poltergeist II The Other Side. Poltergeist II el Otro Lado (1986).
En esta banda sonora recupera el famoso tema de Carol Anne de la primera parte pero de manera muy matizada y residual, creando además temas nuevos para enfatizar el terror con apoyo de los coros nuevamente y una mayor presencia de la electrónica que desarrolla una lírica malsana. No alcanza las cotas de genialidad de su anterior trabajo, pero aun así sigue contando con momentos realmente aterradores sin grandes artificios, demostrando nuevamente que pocos compositores eran tan efectivos como él en el género de terror, destaca sobre manera el tema principal “The Power” una mezcla de sonoridades étnicas y amerindias que asociamos con los chamanes (de hecho, uno de los personajes es un chamán) junto con momentos que rozan lo heroico con los french horn en un tema que poco a poco va ganando en intensidad.
Comentarios
Obra maestra absoluta del compositor y de la historia del cine, en uno de los trabajos más desbordantes, bellos y apasionados de toda su carrera si no el que más. No son pocos los aficionados del compositor que piensan que es su mejor banda sonora y no les falta razón, y aunque está en mi top 5 del compositor, el podio lo sigue teniendo “Alien”. A lo que vamos, el film de Roger Spottiswood, narra la historia de unos reporteros de guerra en tiempos de conflicto y en este caso el conflicto de Nicaragua contra la dictadura de los Somoza y la intervención posterior de los EEUU en la denominada “contra” financiada por el gobierno americano. Una película que puso el dedo en la llaga sobre el intervencionismo de los EEUU en los conflictos de la región y quizá por ello minase sus opciones en la carrera de los Oscar en pleno mandato del presidente Reagan. Un film notable con unos excelentes protagonistas (Nolte, Cassidy y Hackman) y una majestuosa partitura del compositor, que cuenta con la inestimable ayuda del solista Pat Matheny en la guitarra. La música más que tomar partido por un bando u otro, lo que hace es contextualizar geográficamente la acción proporcionando un excepcional telón de fondo musical a las imágenes, en una magnífica combinación de orquesta, algún que otro sintetizador e instrumentos autóctonos de la región como la guitarra española o la flauta de pan. Esta partitura fue nominada a los Oscar de 1983 (la decimotercera de su carrera) y perdió contra el “Elegidos para la Gloria” de Bill Conti en uno de los casos más flagrantes de atraco a mano armada que se recuerdan en la historia de las bandas sonoras, un trabajo muy superior a cualquiera de los nominados ese año y ojo que se juntaba también John Williams con “El retorno del Jedi”. En esta partitura, en la que no hay tema menor, es para todo buen amante de la buena música de cine un “must have”. Tres cortes, porque un servidor, no sabe prácticamente donde elegir sin hacer de menos al resto “Bajo Fuego”, “A New Love” y el inolvidable “Nicaragua”. Y si ayer decíamos que “Spartacus” era como el “Tourmalet” bien podría decirse que “Bajo el Fuego” son como “Los Lagos de Covadonga”, una cima musical mítica.
"Uno de los casos más flagrantes de atraco a mano armada que se recuerdan en la historia de las bandas sonoras", hombreeeee, que empezamos a contar y no paramos. Que Elegidos para la gloria es fantástica (y, sí, a lo mejor Holst también pesó).
Sobre Under Fire me da que si hoy se recuerda Nicaragua igual es más por esto. ¡Y agradecidos a Tarantino!
Es atraco a mano armada , y por supuesto no es el único caso en la historia de las bandas sonoras, pero este caso es especialmente sangrante ya que no resiste comparación "Elegidos para la Gloria" con "Under Fire", la primera está tan apegada a Gustav Holst que repite hasta "pasajes" enteros, la obra de Goldsmith es novedosa, fresca y original. ¿Puede decir lo mismo Conti? . Los premios finales son otra cosa.
Sí y Tarantino utilizó "Nicaragua" y de forma muy chapucera por cierto, sacada de contexto y mal. Morricone tampoco estaba muy contento con el uso que se hizo de su música en varias películas de Tarantino. Cada trabajo tiene un por qué y un sentido que le ha querido dar el compositor y no son cromos intercambiables, y es algo que cabrea especialmente a los compositores cuando se hace.
¿Alguien ha visto Twisted Nerve? ¿Alguien no sabría silbar esto automáticamente?
Insisto, gracias a Tarantino, yo conocí Twisted Nerve y esta banda sonora de Herrmann.
Vinilo, 2016:
Ya te garantizo yo que si Herrmann hubiera estado vivo hubiera ido directamente a la yugular de Tarantino y por supuesto Goldsmith también.
Magnificas tres muestras de esta BSO. La verdad que no sabría con cual quedarme pero sí que me deja ojiplático lo que era una banda sonora antes y lo que es ahora. Aquí, como en todas las que has puesto se nota exclusividad... A diferencia de los trabajos de un tiempo a hoy.
Si ayer poníamos en el hilo de bandas sonoras Psicosis de Bernard Herrmann, turno del Psicosis hecho por Goldsmith para la segunda parte . Evidentemente no puede ser comparada con la Obra Maestra de Bernard Hermann para la película de Hitchcock, pero mejor con Goldsmith, siendo un consumado experto en el género, que con ningún otro compositor. Y aunque la partitura este lejos de sus trabajos para "Poltergeist" o "La Profecía", para nada hace un trabajo descafeinado ni que desmerezca la obra de Herrmann. Es más, resulta más que notable el tema creado para el personaje de Norman Bates, un tema deliberadamente melódico y melancólico que incide en la soledad e inocencia del personaje haciendo un adecuado uso de los sintetizadores para recrear una atmósfera de terror además de momentos de indudable belleza. Quizá lo mejor es que no referenció para nada la obra previa de Bernard Herrmann, algo que se agradece.
La famosa serie de televisión de los años 50 y 60 "La Dimensión Desconocida" tuvo su traslación a la pantalla en forma de 4 episodios independientes dirigidos por cuadro directores distintos (Joe Dante, Steven Spielberg, George Miller y John Landis). Goldsmith se encargó de la banda sonora y trabajó con los 4 directores, adaptándose a las directrices y necesidades de cada director que firman episodios muy diferentes, siendo los dirigidos por Joe Dante y George Miller los más interesantes, inolvidable el episodio dirigido por George Miller donde una criatura o demonio se come literalmente las alas de un avión bajo el horror de un John Lithgow que parece ser el único en darse cuenta de la gravedad de la situación en el avión. Goldsmith escribe en todos los registros musicales posibles, siendo el episodio firmado por Spielberg el más lírico en un estilo cercano a John Williams, pero donde se encuentra en su salsa es los episodios para George Miller mítico el violín demoniaco y en el episodio para Joe Dante. Goldsmith hizo una suite de los temas más destacados en una especie de Overtura que programaba asiduamente en sus conciertos.
Su única incursión en la comedia romántica durante esta década fue esta película de Steve Martin, una película menor con un score simpático y agradable aunque sin pretensiones, que quizá es lo mejor que se puede decir del mismo. Se trata de una rareza con sonidos pop de los ochenta, hija de su tiempo, y que queda un tanto en tierra de nadie teniendo en cuenta los magníficos trabajos anteriores y posteriores del compositor. Como siempre un Goldsmith camaleónico que saltaba entre los distintos géneros.
Los productores de esta película debieron pensar ¿a quién podemos contratar que no sea John Williams y ofrezca una fanfarria con garantías?. Pues no había muchas opciones la verdad sea dicha, pero afortunadamente lo tuvieron claro, a su máximo competidor. La expectación seguramente fuera máxima por los aficionados de aquél entonces, teniendo en cuenta además que Goldsmith fue la primera opción elegida para el “Superman” de 1978, y que no pudo hacer por problemas de agenda. Seguramente tenía una espina clavada desde entonces y la aceptación de este trabajo se entiende, aunque enfrente tuviese la mejor obra sinfónica de John Williams.
La película se queda a años luz del “Superman” de Richard Donner y de los posteriores no recaudando ni siquiera lo invertido en ella. Eso sí, Helen Slater luce figura y traje como ninguna otra después en el papel. En cuanto a la música Goldsmith cumple sobradamente nuevamente en una película no está a la altura de sus capacidades. El compositor continua aquí la senda sinfónica trazada por John Williams haciendo un fantástico tema central (todos los ojos u oídos iban a estar puestos ahí ) para la heroína a modo de marcha heroica pero que cae en saco roto por la película de la que se trata. Es curioso ver los dos estilos sinfónicos de los dos compositores más capaces por aquél entonces y que cuentan con similitudes pero con muchas diferencias en su tema central, el de Williams más heroico y contundente el de Goldsmith le imprime al suyo un cierto sentido de la maravilla sobre todo en las cuerdas y es más ligero, no dudando en incluir ciertos elementos disonantes en su parte central. El tema central de Supergirl, contiene todos los elementos que desarrollará el compositor en el resto de la banda sonora, destaca sobre todo en el uso del sintetizadores para describir la “zona fantasma” con sonoridades muy acertadas y como no los temas de acción que a estas alturas no hace falta ni explicar, "The Monster Tractor", donde el tema principal se enfrenta al contra tema, el bien contra el mal. De la famosa “Overture”, que contiene todos los leit-motiv principales destacaría su hilarante parte final (a partir del 5:36 hasta el final), puro Goldsmith.
Primera colaboración en una película del binomio Joe Dante-Jerry Goldsmith (posiblemente el director con el que mejor se entendió junto con Franklin Schaeffner), aunque habían trabajado juntos un año antes en “ The Twilight Zone”, esta vez se trataba de una película de un solo director.
Joe Dante siempre otorgó carta blanca en la música al compositor y entablaron una relación hasta el final de los días del compositor en 8 películas muy diferentes entre sí, donde el compositor experimentó en los sintetizadores y su fusión con la orquesta convencional, dando varias de las partituras más originales y gamberras de los 80 y 90. Partitura muy experimental y entrañable esta “Gremlins”, que cuenta en muchos momentos con sonidos descacharrantes en el sintetizador para una Navidad alucinante gracias a estos animalillos. La música del compositor adquiere todo su sentido dentro de las imágenes, más que en su escucha aislada que es más complicada. Con todo y con ello cuenta con magníficos momentos como su muy bello tema principal, que es uno de sus clásicos de los 80.
Thriller de la mano de Michael Chrichton, una cinta interesante protagonizada por Tom Selleck, con científicos malvados, arañas asesinas robóticas y una ciudad de Los Ángeles futurista. Se deja ver. Jerry “Hyde” Goldsmith ofrece su peor cara, algo que en la segunda mitad de los 80 sería bastante frecuente, partitura compuesta íntegramente para sintetizadores que trataban de recrear ese ambiente tecnológico y que en la película tienen un pase pero que fuera son infumables, una de sus peores bandas sonoras, y es que al igual que le pasaría a Maurice Jarre comer en exceso de la fruta del "árbol prohibido" tiene un precio. No obstante es un score que tiene sus defensores.
Si “First Blood” fue la presentación del personaje de John Rambo, un soldado de la guerra de Vietnam que no termina de encajar en la sociedad a su regreso. Esta segunda parte, es plenamente una entrega de acción y sin complejos hija de su tiempo. Goldsmith prácticamente no hace uso del tema principal establecido en la película anterior creando un nuevo tema para John Rambo, menos lírico y más marcial, que es introducido ya desde el principio en la famosa pedorreta electrónica. Este score es la quintaesencia del sonido Goldsmith de acción de los 80, melodías polirritmicas ascendentes tan característicocas de su autor, potente orquestación y batería militar, uno de los mejores scores de acción de su carrera que contiene varios momentos estelares como ese salto accidentado en paracaídas desde el avión “The Jump” o el mítico “Escape from Torture”, la más adrenalítica de las tres entregas que el compositor hizo, un Goldsmith hipervitaminado.
Mítica banda sonora.
De un popularidad insuperable en los 80, tan poderosa y épica que nunca te cansas de escucharla. Un trabajo notable del maestro de la coleta blanca.
Me alegra Caltiki que te guste Rambo II es un score de acción tremendo. Atento a la próxima banda sonora que pondré el Martes porque creo que te va a gustar bastante yo que se que buscas cosas nuevas y esta lo es.
Es de suponer que el extraordinario talento que atesoraban director y músico fue motivo más que suficiente para darse una segunda oportunidad ambos (como en los mejores matrimonios) tras lo sucedido en “Alien”. Pero como dice el refrán, segundas partes nunca fueron buenas, y en este caso fue así.
Ridley Scott realizó una película interesante pero a años luz de sus tres trabajos anteriores, en cambio Jerry Goldsmith, en algo más de tres meses de trabajo, se marca una de las Obras Maestras absolutas de su carrera, y entre sus seguidores no son pocos los que piensan que es su partitura más compleja para el cine. Festival musical donde el compositor ofrece un auténtico recital para una cinta de fantasía en la que estuvo muy inspirado desde el punto de vista melódico, en una de sus mejores combinaciones de orquesta sinfónica con sintetizadores que se recuerdan, y en la que desplegó su enorme capacidad para componer música de tintes impresionistas no exenta de cierta oscuridad como requería la historia. La música nos transporta a un bosque mágico, seductor y peligroso, con unicornios, princesas y demonios, sensual e hipnótico del que sales maravillado.
¿Qué es lo que sucedió esta vez?. Pues que los productores entraron en pánico ya que se olían el fracaso comercial de la cinta (como realmente sucedió), y decidieron realizar ajustes a la misma, entre ellos, una música más comercial sustituyendo la compleja y absorbente partitura de Goldsmith por otra del grupo alemán de música electrónica Tangerine Dream. Las comparaciones resultan odiosas, frente el carácter anodino y poco inspirada de la música del grupo alemán el majestuoso trabajo sinfónico superior realizado por el americano. Pero por una vez la historia de las bandas sonoras fue justa, porque la película en su estreno y distribución en Europa no llegó a cambiarse el apartado musical y “Legend” se estrenó con la música de Jerry Goldsmith, por el contrario, en USA se estrenó con la música de Tangerine Dream.
Ni que decir tiene, que tras este episodio las relaciones quedaron completamente rotas, Jerry no quiso saber nada más de Ridley Scott a pesar de que se rumoreó que hubo algún acercamiento por parte del director en alguna ocasión. Tan sólo después del fallecimiento del compositor en 2004, Scott, quién sabe si como modo de expiar culpas o como homenaje, ha incluido en cintas como “El Reino de los Cielos” o “Alien Covenant”, fragmentos musicales del compositor.
Van cuatro cortes, el misterioso tema principal “Main Title/The Goblins”, el inolvidable vals donde la protagonista danza embrujada “The Dress Waltz”, "The Ring" una de las páginas más maravillosas y hermosas escritas por el compositor y “Re-United” toda la expresividad del tema principal puesta sobre la mesa.
Una partitura que como su nombre indica ya se ha convertido en Leyenda.
Gracias Weylan por tus interesantes comentarios sobre la hermosa e incomprendida Legend (1985).
Todo un deleite para los amantes de las buenas bandas sonaras los cuatro cortes que has puesto del maestro.
Un año después de la más que notable colaboración de Joe Dante y Jerry Goldsmith en "Gremlins", se volvían a reunir en una cinta de ciencia ficción entrañable muy del gusto de compositor y director, y en la línea del cine de los 80 para este tipo de películas, hoy convertidas en pequeñas obras de culto. Se puede decir que Explorers viene a ser el ET de Goldsmith. Aquí el uso del sintetizador es muy acertado y los resultados en combinación con la gran orquesta vuelven a resultar una mezcla infalible. Partitura ensoñadora y mágica, es un muy buen trabajo de los dos, y desde el punto de vista musical un peldaño por encima de “Gremlins”, aunque este último goce de mayor fama.
Película francamente mala salvo por dos cosas, siempre es de agradecer poder ver a Sharon Stone y lógicamente Jerry Goldsmith (se ve que a la rubia la arropaba musicalmente como a ninguna, y no se si es muy consciente ella de esto ). Es un Indiana Jones a lo pobre, pero da igual el compositor se puso una venda en los ojos y compuso su propia versión de la historia. En películas como esta Goldsmith tenía más razón que un Santo cuando afirmaba que “nunca había visto una buena banda sonora salvar una película mala….”, pues eso. Aventura, acción, frenesí y calidad, todo lo que no tiene la película lo tiene la banda sonora del Maestro, una película que no se merece este pedazo de banda sonora y de esas hay muchas de Goldsmith. Uno cree que ha escuchado de todo y que la orquesta tiene sus limites pero si escuchas un corte como “Forced Flight”, como está escrito y el tremendo latigazo musical del compositor desde el minuto 2:11 hasta el 4:20 sin fisuras y de un tirón te quedas de piedra y ves como llevaba la orquesta a límites insospechados, por algo la sección de percusión y metal de las orquestas disfrutaban con él como con ningún otro y entiendes las razones.
Antecedente inmediato de Jurassic Park pero con muchísimos menos medios y peores efectos especiales. Goldsmith que tenía varias cintas aventureras ese mismo año 1985 se enfrasca en esta cinta donde vuelve a experimentar con los sintetizadores en su fusión con la gran orquesta y conserva alguna que otra sonoridad escuchada en “Legend”. No es que sea lo mejor de ese año compuesto por él, pero ofrece mucho más de lo que da la película, nuevamente el tema principal no falla lleno de color y los temas de acción parecen escritos con una facilidad pasmosa.
La parada número 100 en este recorrido tenía que ser algo especial y lo es.
Primer trabajo juntos de una maravillosa relación entre el director David Anspaugh y Jerry Goldsmith. El compositor se movía como pez en el agua por estas pequeñas películas donde el drama de los personajes principales era tan importante como la épica del deporte, y en dónde los personajes siempre seguían un viaje de superación. La temática esta vez era el basketball pero podía haber sido cualquier otra que los resultados hubieran sido los mismos. Goldsmith ofrece un tema central magistral arrollador con el sintetizador que es un himno al deporte y sintonía de más de un programa deportivo, pero donde Goldsmith eleva esta partitura a la genialidad es en el fraseo dramático y casi bucólico de la música (los primeros minutos con ese coche atravesando en la noche la llanura americana, un entrenador que llega a un pueblo, y el gran sueño americano de gente corriente, Goldsmith lo dibujó y entendió con precisión de cirujano musical). Excepcionalmente bella y un tema final de 15 minutos para la historia de las bandas sonoras donde Goldsmith conduce él solito al equipo de baloncesto de una pequeña población de Indiana a la leyenda sacando las lágrimas al más pintado (animo a sentarse, cerrar los ojos, dejarse llevar, escuchar el sonido de la pelota chocando en el parqué, Goldsmith nos coge de la mano y nos hace soñar que todo se puede lograr con el esfuerzo). Obtuvo su justa recompensa con una nueva nominación a los Oscar (la decimocuarta ya de su palmarés), pero nuevamente se fue de vacío. Ni “Hoosiers” ni “La Misión”, las dos mejores bandas sonoras de ese año, y convendrá muy buen amigo ggl07 que aquí no hay excusa posible, que ni Ennio o Jerry se llevaran alguno de ellos el Oscar a su casa era para entrar con la recortada en mitad de los Oscar. Es de las partituras que hacen afición.
Contaba David Anspaugh que la asignación de este trabajo al compositor fue casi una medio encerrona. El representante del compositor ya le había hablado de la película y le invitó a un pase previo, pero Goldsmith no se había mostrado muy expresivo en las presentaciones iniciales con el productor y director por lo que el director se mostró poco confiado de que fuese a aceptar. De hecho, Goldsmith se sentó el sólo unas filas más adelante y su representante y el director algunas filas más atrás en la sala. David Anspaugh comentaría que no vio moverse al compositor ni una sola vez durante la proyección. Cuando terminó y se encendieron las luces, Anspaugh dio por sentado que todo había acabado y el compositor no iba a aceptar el trabajo y deberían buscar a otro, al cabo de unos pocos segundos más tarde, Goldsmith se giró, y con los ojos enrojecidos, le dijo a su representante: eres un hijo de puta sabías que iba a aceptar este trabajo, David Anspaugh no daba crédito a lo que había sucedido. El resto es historia.
Y eso?
Pues que la película no me emociona, qué le vamos a hacer. Será por los tópicos, o porque no me gusta demasiado el baloncesto, o porque el director no tiene ningún pulso, o porque se hace larga...
(No, no me refería a la banda sonora )
Uff, ya me extrañaba porque la banda sonora de "Hoosiers" es tremenda, aporta lo que no tiene la película y va más allá.
Lo que has dicho sobre la película así lo expresa el compositor inglés Adolph Deustch (El Halcón Maltés, El Apartamento....) "Un compositor de cine es como el empleado de una funeraria: no puede resucitar a un muerto, pero se espera de él que lo haga parecer más presentable".
En el caso de Goldsmith esta afirmación fue muy a menudo cierta, películas que no se merecían la pedazo de música que él escribía, pero jamás se arrepintió (que sepamos) de intervenir en estas películas.
También trabajó considerablemente más que Barry y Williams y un rasgo de su personalidad, que también seguramente influiría, es que no era muy dado a autopromocionarse.
En esta banda sonora recupera el famoso tema de Carol Anne de la primera parte pero de manera muy matizada y residual, creando además temas nuevos para enfatizar el terror con apoyo de los coros nuevamente y una mayor presencia de la electrónica que desarrolla una lírica malsana. No alcanza las cotas de genialidad de su anterior trabajo, pero aun así sigue contando con momentos realmente aterradores sin grandes artificios, demostrando nuevamente que pocos compositores eran tan efectivos como él en el género de terror, destaca sobre manera el tema principal “The Power” una mezcla de sonoridades étnicas y amerindias que asociamos con los chamanes (de hecho, uno de los personajes es un chamán) junto con momentos que rozan lo heroico con los french horn en un tema que poco a poco va ganando en intensidad.