Operación Bondres | Día #1
MI6 TRANSMITIENDO…. 6 agentes de la Estación V, Valencia, alias «Comando Levantino» salen de Valencia. STOP. Se les une otro agente del servicio maño-aragonés desde Zaragoza. STOP. Objetivo: Bondres. STOP. Misión: Llegar a la casa de Ian Fleming, despistando al MI6 y volver sanos y salvos.STOP.
DIA 1:
Salimos del Aeropuerto de Valencia con puntualidad, después de pasar el dichoso control de pasajeros, menos mal que le dijimos a Q que queríamos pasar desapercibidos como diplomáticos. Pues nada, quítate el cinturón, deja los aparatos electrónicos, etc… algunos tuvieron que pasar hasta con tres bandejas, pero bueno, hablaremos seriamente con Q y pondremos nuestra reclamación, narices que somos agentes secretos!
Llegamos a la cola de embarque y, felices de nosotros, creyendo que podríamos pasar sin hacer cola, pues nada, a hacerla como todo hijo de vecino. En eso que el agente “57” nos hace la primera jugarreta, se nos va a comprar un libro a punto de pasar por la puerta de embarque y subir al avión. Menos mal que en el ultimo momento viene, pero ahí no acaba todo,
todos los demás pudimos pasar las maletas, pero la de nuestro agente “DB5” la vieron sospechosa y se la hicieron facturar, diciendo que cuando llegáramos a Londres se la darían en mano al aterrizar.
Subimos al avión, todo correcto, menos que otra vez la Sección Q se había equivocado, nos dijo que teníamos billetes de primera clase, no que tendríamos billetes de toda clase. Sección Q, que somos agentes, un poco de «porfavor»…
En el vuelo, todo correcto, hasta podíamos dar un bocado sin tener que echar un ojo a ver si estaba Goldfinger y nos estropeaba la comida. Conversaciones amenas, preguntas a mi padre de cómo vivió el inicio de James Bond cinematográfico en España, algún cuchillo que otro al nuevo libro «Solo», es decir, cosas sin importancia.
Llegamos a Gatwick (Londres) y la primera en la frente, la maleta de “DB5” no se la dieron al aterrizar, tuvimos que ir a recoger las maletas a donde las tenia que recoger todo el mundo: Sección Q, que parecíamos agentes de la TIA. Una vez conseguida la maleta de nuestro agente, nos dirigimos al puesto de alquiler de coches donde teníamos reservado el coche. Pues nada, una hora para recogerlo, que si no lo habíamos reservado adecuadamente, que si no teníamos asegurado el coche contra incendios, golpes, abolladuras, siniestro total etc.., todo lo que un coche del servicio del MI6 tenia que llevar.
Pues a hacer otra vez los papeles. Como coja a Q lo cambio por MacGyver y su navaja.
Después de tanto estrés decidimos comer en el aeropuerto y relajarnos, mientras tanto nuestros agentes “Dr. Panecillo” y “008” intentando hablar por el móvil a una máquina para que nos diese acceso a circular por el centro de Londres. La Sección Q seguía luciéndose. Mientras tanto nuestro agente “DB5” estaba un poco mosca porque nos cambiaron el vehículo y no
sabia al final si nos iban a dar un 600 o un coche en condiciones, pero al final nos dieron un vehículo en condiciones.
Una vez comidos y tras averiguar dónde estaba estacionado el vehículo (la Sección Q por lo menos hubiera podido traerlo a la puerta) nos dirigimos al campamento base en Londres, el Hotel Plaza St. James Crowne. Pusimos el navegador que indicaba la ruta correcta, pero bueno, como ya sabéis lo lógico es que si llevas un navegador en un país donde no has conducido lo normal es hacerle caso, pues aquí la primera. Conduciendo “DB5” y de copiloto el agente “Dr. Panecillo”, el navegador indicaba una dirección.
Pues el “Dr. Panecillo” indicó que el navegador estaba mal y que no había que hacerle caso y escogió otro camino, ese camino en vez de hacerlo en 1 hora fueron 3, para que os hagáis una idea los primeros 20 kilómetros los hicimos en una hora.
¿Cuál fue el problema? Que estábamos haciendo círculos…, por cierto, muy bonita la campiña inglesa, y un pobre chaval que volvió a nacer. Sí, ya sabemos que en Inglaterra se circula por la izquierda, pues nos subimos a todos los bordillos y en uno de ellos había un crío que estaba tranquilo hasta que pasamos a un metro de él, tendrías que ver la cara del crío. Por cierto, seguía muy bonita la campiña Inglesa.
Al final llegamos a Londres, y menos mal que entramos por donde se encuentra nuestro querido MI6, todo iluminado y esplendoroso, después siempre lo encontramos apagado. No sé si es porque no querían saber de nosotros o porque nos tenían miedo después del informe que recibieron de nuestra llegada a Londres.
Por fin llegamos al hotel, como se notó que la Sección Q no tuvo nada que ver con el alojamiento. Aparcamos en la puerta, nos descargaron las maletas y nos fueron a aparcar el coche. Y ahí estaba dentro´del hotel el séptimo agente esperando, Ebardo, el cual creía que llegaba tarde saliendo después de nosotros y estaba esperando como media hora, a él no le organizó la Sección Q el viaje, ya que le fueron a recoger al aeropuerto y lo llevaron a su hotel, eso sí es eficaz.
Después de inscribirnos en el hotel y dejar las maletas en las habitaciones, nuestro querido compañero Bond estaría satisfecho de las habitaciones y, tras hacer las comprobaciones necesarias de que no teníamos escuchas, nos dirigimos al hall para salir a buscar pistas sobre la ubicación de la casa de Ian Fleming. Salimos del hotel y nos encontramos la embajada de
Kazakistán – ya está SPECTRA rondándonos por los alrededores -, y nos dirigimos al puente de Westminster donde nos encontramos primero el Big Ben, que por casualidad en ese momento daba las siete (¿premonición o casualidad?).
A partir de ese momento a la gente les parecíamos raros, ya que nos empezamos a hacer fotos en puertas cerrada a cal y canto (donde Bond se va encontrar con M en Muere otro día), en subirnos a farolas (donde Lazanby hace la promoción de su Bond en 007: AL Servicio Secreto de Su Majestad) o en una boca de metro donde rodamos un video en el que un tío sale corriendo y no para (como la escena de Craig en Skyfall cuando sale del Metro después del atentado de Silva). Ya en ese momento el MI6 empezó a sospechar de nosotros, pero no sabían a que atenerse, no sé si les dábamos miedo o risa, pero la cuestión estaba por ahí. Después seguimos por Whitehall para ir al despacho de M, pero la puerta estaba cerrada y no había luz en su despacho, no le llegaría el mensaje de que íbamos a verle. Nos paramos delante del edificio donde Craig está mirando a Londres, pero tampoco estaba o cansado de esperar se cogió un constipado de mucho cuidado.
Después de no encontrar a nadie, nos dirigimos a otra puerta donde no hay nada realmente para hacernos una foto (la puerta por donde sale Silva después de provocar el atentado del metro en Skyfall). Pero tampoco nos desveló nada el sitio, así que nos dirigimos a las puertas de la tapadera del MI6, las oficinas de Universal Exports situadas en Trafalgar Square, pero tampoco había nadie, y mira que llamamos al timbre, pero nada. Ya mosqueados pensando que pasaban de nosotros estuvimos pensando en poner una bandera en la torre de Nelson (Trafalgar Square) que pusiera «Gibraltar Español», pero pensamos que era demasiado sutil, así que lo dejamos. Y ahí nuestro querido «57», nos hizo la segunda jugarreta. Vio un sitio donde podía tener información, una tienda de souvenirs de Londres, vimos como entraba y empezó a probarse gorras para el frío, una treta algo rara para recoger información, asi que decidimos entrar pero entre que alguno compró un mapa de Londres algo raro de llevar, otros un pequeño taxi y autobús de 2 pisos y los demás mirando cosas de Sherlock Holmes (¡sacrilegio! ¡estamos de misión Bondiana!), «57» desapareció en la multitud y nos quedamos sin él, mi sistema de telecomunicaciones se había estropeado, es decir, me quedé sin batería, menos mal que el agente “Ebardo” tenia el suyo y lo pudimos localizar y vino de nuevo con nosotros.
Después de todas estas vicisitudes, el “Dr. Panecillo” encontró un sitio para cenar, y la cena fue toda maravillosa hablando de las misiones que habíamos visto (películas), mejores agentes, mejores misiones, el nuevo agente del Mi6 (Craig). Después de todo eso dijimos: “vuelta al campamento base el hotel”, volvimos para allá y de camino nos encontramos con la casa
de la Reina, Buckinham Palace. Vimos que salía humo de la chimenea y dijimos “la Reina esta esperándonos para tomar un te calentito y decirnos lo que había pasado”. Pero nada, todo cerrado, no había luces, hasta ese punto llegan los recortes y nadie nos respondía. Pues nada, al hotel, en eso que los agentes “El Santo”, “008”, “Ebardo”, “Panecillo” y “58”, pensamos que teníamos que tener respuestas y decidimos ir al mismísimo MI6, ya que los agentes “57” y “DB5” prefirieron irse a dormir.
Una vez llegados al MI6 lo vimos totalmente apagado, así permaneció el resto de los días. Decidimos inspeccionarlo y tomar unas fotos, pero ahí ocurrió algo que no nos esperábamos. El problema es que alguno iba vestido como un terrorista, en el momento que el “Dr. Panecillo” se movió para hacerse la foto, los sistemas de vigilancia del MI6 se activaron, es decir, las cámaras de brazo empezaron a moverse hacia donde iba él, mira que íbamos a llamar poniendo la contraseña 007…, entonces dijimos que mejor hacer una salida airosa e irnos al hotel y reflexionar con todo lo que había pasado.
Nosotros queríamos ver el MI6, pero no desde dentro como casi pasó, y después nos enteramos que si hubieran cogido al “Dr. Panecillo”, hubiera cantado por soleares, menudo agente. Y después cómo explicar a nuestro M que lo habían cogido, y lo más fuerte, a su mujer, menudo problema intencional.
Así que decidimos volver al hotel y descansar, al día siguiente veríamos las cosas diferentes.
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