Todas las referencias a James Bond encontradas en Looney Tunes, de nuevo en acción, interpretada por Timothy Dalton que interactúa con personajes de animación
Comienza el trailer de la película. Con música intrigante nos hablan de una ominosa organización y entre sombras se muestra lo que parece ser “007”. Sí, es “007”. Un momento. ¡Ahí está Bugs Bunny! ¡Ups! “007” gira 180 grados para convertirse en “LOO” y ¡ahora! vemos el título completo: “LOOney Tunes, back in action”.
En 2003 Joe Dante rodó “Looney Tunes, de nuevo en acción” (“Looney Tunes: Back in Action), película en la que se volvían a mezlcar los dibujos animados de la Warner Bros (Bugs Bunny y compañía) con actores de carne y hueso. En este caso la divertida historia recurre de forma considerable a 007.
Para empezar el padre del protagonista está interpretado por Timothy Dalton; y su personaje, Damian Drake, es un actor que interpreta a un agente secreto calcado a James Bond, y que resulta ser realmente un agente secreto calcado a James Bond.
El nombre de pila del personaje tiene su historia: antes de acceder al rol de 007, Timothy Dalton apareció como actor invitado en el capítulo de “Los Ángeles de Charlie” “Angel Caído” (“Fallen Angel”) donde es descrito como “un ladrón con los gustos de James Bond” y su nombre era Damien Roth.
Entre las películas de Drake vemos “License To Spy” (Dalton rodó “Licence to Kill”), “More Is Never Enough” (Brosnan rodó “The World Is Not Enough”), “Operation Conspiracy” (Connery rodó Operación Trueno), “Dial ‘S’ For Spy”, “The Spy I Never Knew” (Moore rodó “The Spy Who Loved Me”) y otra cuyo título no se distingue pero cuyo poster es parecido a los paneles promocionales de Operación Trueno. Sus posters no se pueden apreciar demasiado bien; una pena.
La trama parodia los tópicos de las películas de superespías: un supervillano, el jefe de la empresa ACME (Steve Martin), tiene un plan diabólico. El agente que podría evitarlo, Damian Drake (Timothy Dalton), ha sido capturado, pero antes ha logrado avisar a su hijo (Brendan Fraser). Este intentará rescatarle con la ayuda de Kate, una ejecutiva de la Warner (Jenna Elfman), y ambos recibirán la “ayuda” de Bugs Bunny y el Pato Lucas.
Como en toda parodia de espías, es inevitable la escena en la que un símil de Q entrega gadgets al protagonista. En este caso se trata de un móvil con prestaciones extras. También inevitable es la aparición de un supercoche: aquí es un plateado TVR Tuscan, que lanza misiles, vuela y sirve martinis.
Tenemos un par de secuencias tomadas de las películas de Bond: una persecución nocturna de coches en Las Vegas (Diamantes para la eternidad) y un salto con paracaídas desde la torre Eiffel (Panorama para matar). Además, la amenaza proviene de un satélite que lanzará un rayo a través de un diamante (Diamantes para la eternidad).
Un detalle no tan explicito es el cameo del actor Marc Lawrence, quien hizo de gangster en Diamantes para la eternidad y en El hombre de la pistola de oro.
Y seguro que no es intencionado aunque ya es casualidad: Peter Lorre aparece en caricatura como doctor loco; Lorre interpretó a Le Chiffre en la primera versión televisiva de Casino Royale en 1954.