El primero era un DB5 azul de 1964 que hacía 33 años que había dejado de circular, y cuyo motor albergaba una familia de roedores. Según explican en la web amiga del MI6, el coche había pertenecido a David Ettridge, miembro del Aston Martin Owners Club, quien lo compró en 1972 por 1.745€, dejó de conducirlo en 1980 y murió en 2011. Aunque sigue funcionando – tras la pertinente relubricación -, se estima que el nuevo dueño deberá gastarse unas 232.720€ para ponerlo en perfecto estado. Dinero al que hay que sumarle los 373.262,73€ que ya ha tenido que desembolsar en la subasta para hacerse con el coche.

En el mismo evento, se subastó un raro Aston Martin DB4GT “Jet” de 1961. Esta rareza rompió el record de subastas de Aston Martin alcanzando los 3.724.160€, y superando la puja de 3.375.020€ por el DB5 de 007 conseguida en 2010.

Otra subasta que aún no se ha llevado a cabo, pero que puede atraer el interés de los fans de James Bond, es la del reloj que Sean Connery utiliza en Operación Trueno, concretamente el adaptado por la Sección Q como contador geiger de pulsera.

Este ítem se consideraba perdido, pero un afortunado comprador lo consiguió en un mercadillo de garaje. Los foreros de AJB explican que fue adquirido por un trabajador retirado de Pinewood Studios, cuando se rodó la película de 1965. El reloj, un Breitling Top Time, fue modificado por el equipo de producción para que Sean Connery lo utilizara en su papael de 007.

El reloj, que ha sido examinado por expertos para confirmar que se trata de un ítem original, será subastado el próximo mes de junio en Christie’s y se espera que alcance un precio entre 46.548€ y 69.822€.

Finalmente, nos hacemos eco de la subasta que tendrá lugar en Unique Auctions, en la que se podrá conseguir copias de las primeras ediciones de «Dr. No» y «Thunderball» de Ian Fleming, las cuales se encuentran en excelentes condiciones, tanto de tapas como de interior, según explican los organizadores.

Gracias a Oscar Rubio

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