La clásica prueba de los errores
Unos retoques son claros y evidentes; otros son sutiles y traicioneros. En cualquier caso, la diversión volvió a ser una constante en esta segunda prueba del certamen:
La clásica prueba de los errores
Unos retoques son claros y evidentes; otros son sutiles y traicioneros. En cualquier caso, la diversión volvió a ser una constante en esta segunda prueba del certamen: