Conciertos, charlas ¡y Vic Armstrong con su mujer!
Crónica de Alberto López, alias Claalc:
VII Cinefan Festival de Úbeda
¡Hay que ver qué bien lo he pasado en este festival dedicado al cine y las series de televisión! Tal es así que dan ganas de subirse al DeLorean, retroceder en el tiempo y disfrutar de las ediciones anteriores. Solo acudí a la primera de ellas, allá por 2013, porque se centró por completo en Indiana Jones, una de mis sagas favoritas, y me invitaron, con todos los gastos pagados, a impartir mi charla sobre Vic Armstrong, el doble principal de Harrison Ford en los ochenta, incluyendo, obviamente, en la serie del arqueólogo. Mi conferencia no olvidaba, por supuesto, su larga relación con nuestra querida franquicia de 007 así como su participación en otras muchas superproducciones. En aquella ocasión, Armstrong no pudo asistir, de modo que solo se le pudo ver en una entrevista exclusiva, previamente grabada vía webcam, que traduje al término de mi conferencia. Seis años después, tras repetidas invitaciones, Vic cumplió la promesa que había hecho en aquella entrevista y vino al evento acompañado de su mujer, la también especialista Wendy Leech. Así pues, habiendo leído la autobiografía de Armstrong y siendo fan de tres de las sagas en las que había trabajado -también dobló a Ford en el Episodio VI de Star Wars-, tenía que ir a Úbeda sí o sí, y así lo hice…
El viaje mereció la pena no solo por conseguir los autográfos y las fotografías de estos fenómenos cinematográficos sino también porque, gracias a la AFIJ, la asociación fan de Indiana Jones, pude filmar la entrevista exclusiva que la organización les concedió. En ella pude incluir algunas preguntas tanto de Indy como de Bond.
Por supuesto, también disfruté del evento en sí, tal y como hice en la edición de 2013, conocida como IndyCon. Aparte de los dos espectaculares conciertos de bandas sonoras, esta vez aderezados con proyecciones, asistí a charlas de otros invitados, como Siân Phillips, alias Charal en «La batalla del planeta de los ewoks» (1985), adquirí productos en las tiendas, me hice fotos con asistentes y en photocalls, rodé el enorme desfile, etc. En suma, una experiencia inolvidable, a la altura de otras convenciones del territorio patrio o como en su día fue Cificom. Tal es así que el único inconveniente que le veo y la razón por la que no he acudido desde 2013 es la extensa distancia que me separa de él. De lo contrario, acudiría, sin dudarlo, cada año. ¡Anímense la próxima edición, agentes, merece la pena!
