Análisis de la película y del personaje de James Bond interpretado en este caso por Roger Moore
Hace algunos días hice mi crítica sobre La Espía que me amó ‘The Spy who loved me’ (1977), una de las muchísimas entregas de películas relacionadas al mítico espía británico James Bond. Aparte, es esta la primer película de James Bond que vi, y la que influyó en mi concepción del personaje, hasta que se reinició la saga con Casino Royale (2006), por no decir que se bournizó la saga de James Bond, se le dio a James Bond un nuevo toque humano influido por la trilogía de películas sobre el espía Jason Bourne.
Hoy he estado revisando y revisitando Octopussy (1983), otra película de James Bond, entregada años después que La Espía que me amó.
Ambas tienen de protagonista a Roger Moore como James Bond, que es también el actor que más influyó en mi concepción de James Bond hasta la entrada del actual Daniel Craig.
Luego de revisar y revisitar Octopussy, no puedo evitar cierta desilusión. Tal vez sea debido al pasar del tiempo y a los cambios en el cine. Tal vez sea debido a la influencia a que yo me veo sometido con el actual cine hiperrealista, por no decir dark.
Como película de aventuras, Octopussy es estupenda, maravillosa. La misión de James Bond en la India está repleta de ostentación monumental, como el Taj Mahal, el hotel en que James Bond se hospeda, así como el elevado palacio donde reside Kamal Khan, su enemigo. El aire exótico de la India da un acento más fantástico a las peripecias y peligros en que James Bond se enreda. En la persecución que en su contra llevan los secuaces de Kamal Khan por las calles de India, las peculiaridades de la cultura india ganan relevancia, como podemos ver en las vestimentas, en las delirantes y extravagantes actividades como caminar sobre piedras en fuego, soportar objetos agudos en el cuero, así como en la ornamentación más colorida, pintoresca y alucinante. Sin olvidar que Vijay recibe a James Bond tocando la flauta para encantar un áspid.
Como película de acción, Octopussy es unas veces impactante, otras veces increíble, pero siempre ágil. Entre las cosas impactantes, podemos mencionar la espeluznante persecución de Mischka y Grischka contra el Agente 009 (vestido de payaso), con un cuchillo por todo el bosque, así como las puñaladas que le asestan al Agente 009. Es inaudito y asombroso que el agente 009 haya sobrevivido la caída en una catarata. Y aterrador, sin duda, cómo muere a los pies del Embajador Británico.
Otra escena impactante: la muerte de Vijay, contacto de James Bond en India. Vijay está protegiendo la retaguardia de James Bond en la playa, esperando verlo regresar del barco de la misteriosa Octopussy. De repente, salen por asalto unos asesinos pagados por Kamal Khan, quienes aguantan a Vijay mientras otro lanza desde arriba una rueda metálica y afilada, que mata tan bárbaramente a Vijay que los pájaros de alrededor se alborotan.
Entre las escenas increíbles se encuentra el teaser de Octopussy. Con ayuda de una infiltrada, James Bond debe destruir un laboratorio militar perteneciente a un país latino ficticio. Pero es descubierto, y solamente los encantos sexuales que su amiga despliega con los militares lo salvan. Y si todo esto resulta de por sí increíble, más increíble es ver a James bond escapando en un pequeña avioneta, sin despeinarse, elegante, como si nada le hubiera pasado.
Pero ninguna escena de acción es tan ágil como la del tren en Berlín Oriental. James Bond descubre que el General Orlov, un demente General soviético, ha enviado una bomba nuclear programada para detonar en una base americana de Berlín Occidental a través de un tren. James Bond debe evitarlo a toda costa, pasando por toda clase de dificultades, primero, los soldados soviéticos del General Orlov intentando matarlo, segundo, debe estar en el tren a toda costa, aunque los secuaces de Kamal Khan, cómplice del General Orlov, intenten matarlo, aunque deba esquivar puentes elevados y mantenerse aferrado al tren. Al final, tras una pelea con uno de los gemelos Mischka y Grischka, que le hace perder el tren, con el tiempo en contra, James Bond debe arreglárselas como pueda para evitar el holocausto, teniendo que viajar con unos tontos alemanes, y luego robar el coche y evadir la persecución de los policías. Y el clímax y máximo de tensión sucede mientras James Bond intenta convencer a los americanos y Octopussy de la bomba enviada secretamente por Kamal Khan y General Orlov. Es interesante que James Bond esté vestido de payaso en medio de una seria amenaza. Es para mí algo simbólico, porque en la realidad si alguien es consciente de un peligro desconocido o ignorado por casi todos, y esa persona intenta advertir y convencer a los demás, la gente le verá y tratará como un loco o payaso. Justamente algo parecido sucede en el mito de la Caverna de Platón.
En lo restante, sin embargo, Octopussy me desilusiona. Si las escenas de acción y aventuras están bien dirigidas, no puedo decir lo mismo del drama y el humor.
Las actuaciones dejan mucho que desear. Kamal Khan es arrogante, pesado y odioso, pero nunca es una amenaza. A veces es algo tonto e infantil. El mejor ejemplo: viendo a James Bond escapar del zafari, las gesticulaciones faciales que Kamal Khan hace son infantiles y tontas. Y no es el parlamento, son las gesticulaciones.
El General Orlov es evidentemente un demente, un General lleno de resentimiento por los desprecios que recibe de los demás miembros del Politburó soviético. Son siniestros sus planes de detonar una bomba nuclear en Berlín Occidental y luego culpar a los americanos para favorecer la retirada de los misiles americanos en Europa Occidental, y abrir el camino al dominio exclusivo de los soviéticos en toda Europa. Y en la época de Guerra Fría, semejantes planes habrían causado histeria en casi todo el mundo. Pero la presencia del General Orlov es escasa y no intimida.
Octopussy es una mujer misteriosa, pero luego se vuelve menos interesante. Cuando James Bond le advierte sobre la bomba nuclear, Octopussy apenas reacciona, se le ve algo atónita. Es todo. No es lo esperado. Si anteriormente James Bond había desaparecido en aguas infestadas de cocodrilos, es lógico pensar que Octopussy diera por muerto a James Bond. Entonces, ¿por qué Octopussy no se sorprende de ver a James Bond vivo, ni le pregunta nada al respecto?
Magda es una chica atractiva, y en principio interesante, especialmente cuando le hace saber a James Bond que Kamal Khan lo matará si no le entrega el huevo Faberge. Cuando mira allí fijamente a James Bond, sus ojos se ven siniestros, llenos de maldad, a la vez que ella luce preciosa y encantadora. Ella parece incluso peligrosa. Y la forma en que se despide de James Bond es espectacular. Magda simplemente amarra su traje a la baranda del balcón, y al lanzarse, se va desnudando y llega a la calle en bikini. Es una escena sugestiva, cargada de ese toque de fantasía sexual característico de James Bond, que hoy no existe.
Pero la película, o el guión, echan a perder a Magda. Luego de que James Bond desactivase la bomba nuclear, Magda le dice a Octopussy que James Bond está arruinando los planes de Kamal Khan. Termina convertida en una tonta. Ni hablar de que Magda es parte del ridículo asalto que las chicas de Octopussy llevan contra el palacio de Kamal Khan.
Mi mayor desilusión viene de James Bond. Debo confesar que yo admiro a Roger Moore. Pero debo admitir que el James Bond de Octopussy no es el mismo que en La Espía que me amó.
Todavía parte del humor de Roger Moore es aceptable y cínico, como cuando se encuentra con la nueva asistente de Moneypenny, y le da una flor a Moneypenny, y las demás a su asistente.
Lo mismo se puede decir de la partida de backgammon contra Kamal Khan.
Kamal Khan se la pasa jactándose de su suerte, diciendo: todo está en la muñeca de mi brazo.
James Bond le reta a una partida, y comienza perdiendo, así que pide doblar la apuesta a 200,000 rupias (moneda de India), que sólo puede ganar con doble seis.
Kamal Khan le exige mostrar su dinero, a lo que James Bond pone en la mesa de juego el huevo Faberge, como para provocarlo, pero de manera sutil y sin violencia.
Kamal Khan le dice sarcásticamente a James Bond que necesitará suerte para salvarse.
A lo que James Bond responde: si es así usaré mis privilegios de jugador, y jugaré con sus dados. Está toda la suerte en la muñeca de mi brazo.
James Bond obtiene el doble seis gracias a los dados trucados de Kamal Khan. Pasado el bochorno, Kamal Khan se dispone a firmar un cheque destinado a James Bond, a lo que James Bond dice:
“Prefiero el dinero en efectivo.”
Hay, aparte, algunos diálogos interesantes de Roger Moore, como este:
Antes de Magda arrojarse del balcón:
Magda: No sé cómo decirte adiós.
James Bond: A veces, sobran las palabras.
Magda: Es verdad.
Pero en general el humor de Roger Moore se caracteriza por ser más ridículo, infantil y banal.
Cosas como ver a James Bond gritando como una momia, imitando los brincos de Tarzán, disfrazado de oso, y caminando en piedras ardientes, entre muchas otras cosas, denotan la falta de originalidad del estilo cómico de Roger Moore, denotan un agotamiento del humor en la saga de James Bond.
En fin, Octopussy es una buena película de acción y aventuras, entretenida y amena, pero como película de James Bond es poco original y decadente.