Fallece el director de tres de los Bonds más grandiosos
Hoy hemos sabido que Lewis Gilbert, director de tres películas Bond, falleció el viernes pasado a punto de cumplir 98 años.
Gilbert nació en Londres y empezó a trabajar como cineasta rodando documentales en la Segunda Guerra Mundial, en la que estuvo alistado en la Royal Air Force y vinculado a la US Film Unit.
Después de la guerra comenzó a dirigir películas, especializándose en el cine bélico: ¡Hundid el Bismarck! (Sink the Bismarck!, 1960), Motín en el Defiant (HMS Defiant, 1962) o El séptimo amanecer (The 7th Dawn, 1964) fueron sus títulos más destacados.
Con Alfie (1966) no solo catapultó a Michael Caine, sino que consiguió que la película fuera nominada al Óscar.
Gracias a esto, su gran salto de calidad lo dio cuando en 1967 viajó a Japón para dirigir Solo se vive dos veces: la película más grande de James Bond hasta la fecha, con el mítico decorado volcánico de Ken Adam como gran atractivo.
Diez años después, Broccoli decidió recuperar a Gilbert para dirigir a un nuevo Bond en otra película de proporciones gigantescas: La espía que me amó y su famoso decorado del 007 Stage.
Según Gilbert, y el propio Moore, esta fue la cumbre de su carrera: uno de los Bonds más queridos y recordados de la historia.
Tal fue el éxito, que su película siguiente fue el siguiente Bond: Moonraker, demostrando que Lewis Gilbert no tenía fronteras ni miedos a la hora de rodar.
Educando a Rita (Educating Rita, 1983) con Michael Caine o Un paso adelante (Stepping Out, 1991) con Liza Minnelli fueron algunos de sus últimos títulos importantes.
Su trilogía bondiana contiene algunas de las escenas más míticas de la historia.
Gracias, Lewis.
Su funeral tendrá lugar en Mónaco la semana que viene. Descanse en paz.
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