Esta mañana hemos tenido la suerte de poder asistir al pase de prensa en Barcelona de Skyfall, la nueva película de James Bond.

Pese a estar aún en estado de shock, vamos a intentar transmitiros nuestros sentimientos sobre la película sin desvelar ningún spoiler, ya que, precisamente, las sorpresas son uno de los elementos más interesantes de la película (entre muchos otros).

Supongo que lo primero es valorar si estamos ante una de las mejores películas Bond. La respuesta sería «sí»…a ambas. Es una gran película y es una gran película Bond que cumple con creces su labor de conmemorar el 50 aniversario de la franquicia.

Pese a no seguir estrictamente los estándares de la fórmula Bond, lo cual acaba resultando más referescante que irritante, a los fans de 007 se nos dibujarán varias sonrisas (y alguna que otra lagrimilla) con los distintos guiños a la franquicia que podremos ver. Además, disfrutaréis al conocer (aún más) el interior de 007, ya que con Skyfall podemos decir que se cierra una trilogía, no argumental sinó de reinicio del personaje. Eso sí, estad tranquilos, tendréis lugares exóticos, elegancia, mujeres, acción…

Por otro lado, aquellos que tienen prejuicios con el personaje y la franquicia se van a llevar un sorpresón, se trata de una película más
que recomendable que ha sabido superar sus propios clichés, y en ocasiones incluso reirse de ellos. 

Los guionistas han utilizado sabiamente este periodo entre películas para pulir tanto el guión como las conversaciones, así nos encontraremos con una hilo argumental distinto a lo habitual y unos diálogos encantadoramente largos y mordaces.

El elenco principal lo borda. Craig es Bond,… es que ES Bond!. Judi Dench lleva su personaje hasta donde nadie había llevado a M. Javier Bardem es capaz de darnos miedo, a la par que incluye una nueva característica inédita en el villano principal. Bérénice intenta eclipsarte con su belleza, pero no nos engaña…su actuación como Severine es intensa!. Y dejamos para el final a Ben Wishaw (Q), Ralph Fiennes (Gareth Mallory) y Naomie Harris (Eve), no porque sean peores, sinó para felicitarlos a los tres por saber llevar sus personajes tan bien en sus respectivos caminos interiores.

En el apartado más técnico debemos aplaudir igualmente las buenas coreografías de las peleas; la banda sonora que acompaña más que correctamente (en ocasiones de forma excepcional) toda la película; la maravillosa fotografía que no para de regalarnos imágenes de belleza tal como para que se desprendan las retinas; y un ritmo argumental que no decae en ningún momento.

Cuando vayáis a ver Skyfall, prepararos para una nueva dimensión de Bond, que os dejará agitados, no removidos, y recordad que después de toda tempestad viene la calma.

¿Cuánto nos ha gustado?… Bueno, nosotros estamos impacientes para volver a verla mañana, y preguntaremos si podemos reservar ya nuestra entrada para Bond 24. No sé si eso os da alguna pista.