Veredicto: ¡positivo!
The Sun ha publicado la primera crítica de Quantum of Solace firmada por un tal "The Sneak" (La Serpiente) que os ofrecemos traducida en exclusiva sólo para vuestros ojos.
"La segunda aparición de Daniel Craig como el agente secreto más famoso es algo que no olvidaréis rapidamente.
El actor había transformado al elegante Bond en una oscura máquina de matar en Casino Royale de 2006 y aquí la violencia se eleva a los niveles de Rambo. Un título más apropiado hubiera sido Panorama para matar a lo loco o Gatillofinger.
A The Sneak le gustaría darte una cifra de los cuerpos [muertos] . . . pero fue imposible contabilizarlo.
La película empieza con Bond en la persecución de coches de su vida mientras su Aston Martin DB9 es perseguido a través de estrechas carreteras de montaña en los Lagos Italianos. Le sigue una persecución por los tejados al estilo del Ultimatum de Bourne, con la famosa Carrera de Caballos de el Palio de fondo. Las escenas de acción parecen peligrosas por un motivo, lo son.
Un conductor aún se está recuperando de sus heridas en la cabeza tras colisionar con un muro en la persecución por las carreteras de montaña. Otro escapó por poco al caer de una montaña al lago. [Nota de Archivo 007: Este accidente le sucedió a un conductor de la Aston Martin no relacionado con el rodaje]. Y Craig necesitó ocho puntos en su cara tras una escena de lucha y se cortó un dedo. Es un milagro que todo el mundo sobreviviera lo suficiente para que Bond les mate en la película.
[Quantum of] Solace es la primera secuela de 007, empieza directamente donde Casino Royale lo dejó. Bond quiere vengarse por la muerte de su amada Vesper Lynd (Eva Green) a cualquier precio. Pero este camino de destrucción le lleva a descubrir unanueva amenaza para el mundo, el sindicato del crimen "Quantum".
Con espías en todas partes, incluso dentro del MI6, parecen mucho más peligrosos que sus antiguos colegas de SPECTRA.
El cerebro de Quantum es el billonario medioambientalista Dominic Greene (el actor francés Mathieu Amalric), quien utiliza una campaña para salvar todo lo que envuelve a la selva tropical como tapadera para su malvado plan.
MIentras Bond se enfrenta a sus nuevos enemigos le seguimos en su viaje desde su promoción como agente 007 (se necesita un asesinato) [Nota de Archivo 007: se necesitan dos] de la última película hasta su atolondrado estilo inicial.
Sin embargo, los no iniciados se podrían confundir debido a las referencias a viejos personajes y líneas de guiones. Los sentimientos de Vesper por Bond no se explican del todo, ni tampoco el regreso de Mathis (Giancarlo Giannini), el amigo de Bond que se convierte en enemigo que se convierte en quien sabe….
La larga lista de enemigos de Bond también se vuelve complicada.
Es tan temerario en su ansia de sangre que la CIA acuerda matarle cuando amenaza sus intereses con el govierno Sudamericano.
Un espía bromea diciendo: “si rechazáramos hacer negocios con enemigos, no dejaríamos ninguno.”
Mientras, M (Judi Dench), el jefe de 007, dice: “Bond, si pudieras evitar matar a cada pista, sería de agradecer.”
Él responde secamente, “Haré lo que pueda” y se aleja con un traje de diseño para matar algunos más.
Las cosas se tuercen tanto que M le retira su licencia para matar.
Algunos podrían decir que la interpretación de Craig del espía como un personaje cada vez más frío y sin emociones es un movimiento valiente. En opinión de The Sneak, los Bonds del viejo estilo como Connery, Moore y Brosnan son demasiado dóciles para los gustos del siglo 21.
El ingenioso e inteligente rey de los gadgets Q también ha sido eliminado. Y por primera vez la frase inmortal “Mi nombre es Bond, James Bond” no se utiliza. [Nota de Archivo 007: Ya sabemos que no es la primera vez].
Las habituales referencias medioambientales abundan, con los malos manipulando los temores del cambio climático.
Aunque la huella de carbon de Bond haría llorar a los activistas de Greenpeace. Viaja del Reino Unido a Italia, Bolivia, Austria, regresa de nuevo a Italia, atraviesa Haiti y termina en Rusia.
Aunque el color predominante aquí no es el verde medioambientel, sinó el rojo de la sangre.
Con una gran sorpresa ya que el nuevo director de 007, Marc Forster, es más conocido por películas más profundas como "The Kite Runner" y "Finding Neverland". Aquí ha seguido el camino habitual de la secuela de hacerlo todo más grande.
Nuestro héroe ralla una flota entera de coches, hace explotar un helicóptero y un caza militar, destruye un avión de carga y varios botes y, bien . . . ya os hacéis la idea.
Así pues la película no es tan terrenal como Casino Royale, pero le dará una patada en el culo a cualquier héroe de acción de películas rivales."
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