Adiós al legendario Francisco Scaramanga
Hoy se ha dado a conocer la triste noticia del fallecimiento de Sir Christopher Lee, sucedida el pasado domingo día 7 en un hospital de Londres. Con más de doscientas películas en su carrera, sería imposible siquiera tratar de resumir una figura tan excepcional en la historia del cine.
Lee empezó a aparecer en películas desde los años 40 y puede decirse que supo reinventarse constantemente para convertirse en una cara siempre popular para el gran público. En los 50 la Hammer vio en él a Drácula o a La Momia. En los 60 fue Sherlock Holmes, Fu-Manchú, Rasputín y más Drácula. En los 70 rodó en España Pánico en el Transiberiano o Los Tres Mosqueteros, para entrar en el Olimpo de villanos bondianos en 1974 convirtiéndose en El hombre de la pistola de oro.
Si trabajó con Billy Wilder en La vida privada de Sherlock Holmes, también trabajó con Steven Spielberg en 1941 o con Tim Burton, ya en los 90, en Sleepy Hollow. Pasado, presente y futuro del cine.
Por si fuera una carrera poco memorable, los más jóvenes también recordarán a Lee gracias a su participación en la trilogía de El Señor de los Anillos, como el mejor Saruman posible, o en las dos últimas películas de la nueva trilogía de La Guerra de las Galaxias de George Lucas, como el conde Dooku: ¡memorable combate contra el Maestro Yoda!
Convertido en los últimos años en casi fijo para Tim Burton, todavía Martin Scorsese le dio un papel en La invención de Hugo mientras Lee seguía acumulando rodajes y proyectos.
Nunca ganó premios importantes de la crítica pero se lleva lo más preciado para un artista: el cariño, afecto y respeto del público y de sus amigos.
Hasta siempre, Francisco Scaramanga.
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