«Silva avergüenza los pasados adversarios de 007» 

La revista Variety, referencia mundial en el panorama cinematográfico, ensalza la figura de Javier Bardem en su interpretación de Raoul Silva en Skyfall.

Decir que el Silva de Javier Bardem no se parece a ningún adversario al que 007 se haya enfrentado antes es como comparar a Moneypenny con la Mona Lisa: Una no deja misterio sobre lo que esconde su sugestiva sonrisa, mientras que la otra es suficientemente enigmática para dejar reflaxionando a sus admiradores durante años.

Entre el lúgubre asesino sin remordimientos de «No Country for Old Men» y este papel, Bardem ha forjado una nueva visión para los malvados en pantalla onscreen evil — un impresionante desarrollo teniendo en cuenta el ardiente sex appeal que fácilmente mostró en «Jamon jamon» y «Before Night Falls». Ahora, «Skyfall» paradójicamente dibuja los dos aspectos de la polifacética persona de Bardem, enmascarando un personaje sociópata tras un vulnerable seductivo exterior.

Con una piel bronceada, un peinado rubio y un pavoneo tan animal que el propio Bond empieza a cuestionarse su orientación sexual, Silva avergüenza los pasados adversarios de 007. El primer enemigo de la serie galardonado con un Oscar, aunque no el primer personaje gay (recordemos Wint y Kidd de Diamantes para la eternidad) — Bardem no es un simple extorsionista con una bomba nuclear, al contrario que los antiguos esbirros de SPECTRA.

En vez de eso, Silva tiene un objetivo personal que alcanzar, navegando hasta el interior de la cabeza de Bond desde detrás de su celda a lo Hannibal Lecter. El único enemigo que se había acercado tanto al interior de Bond fue Sean Bean como el traidor 006 en «GoldenEye». En ambos casos, estos rivales sacan lo mejor de Bond, forzando a la serie a dibujar al héroe de forma más fina para examinar por qué lucha por Inglaterra. Tal y como «Skyfall» deja claro, mientras el mundo contanga almas tan terroríficas como Silva, nosotros necesitamos a alguien como Bond que nos proteja.

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