Excursiones, charlas, premios, desembalajes… ¡Imparables!
A pesar de todo, el Club Archivo 007 prosigue sus actividades.
Crónica de Alberto López (Claalc).
El pasado fin de semana celebramos las XVII Jornadas Bondianas en Santander. En esta ocasión, cinco socios acudieron a la nueva cita santanderina, como puedes ver en nuestra clásica foto de grupo.
De izquierda a derecha, en la fila superior, Pedro @Sir_Hilly, Juan Carlos @DRAX, Montse @tracy y Rocío @BIBI75. En la fila inferior, un servidor, Alberto @Claalc.
Esta vez hubo más turismo que nunca porque hubo excursiones el jueves por la tarde y también el viernes. Así, no solo se hizo la tradicional visita a la librería especializada Nexus-4 de la propia capital cántabra, sino que también se contemplaron el Centro Botín (Santander), la ciudad romana de Julióbriga y su Museo Domus (Retortillo), la Colegiata de San Pedro de Cervatos (Cervatos), el Ayuntamiento de Reinosa (Reinosa), el Palacio de la Magdalena (Santander) y el Gran Casino Sardinero (Santander).
En la imagen, Julióbriga.
El sábado 19 hubo un problema técnico con el proyector del local que obligó a pasar al plan B: utilizar mi notebook para poder impartir mi charla «Lo que el ojo no ve», relativa a curiosidades de carácter visual.
A raíz de lo anterior, no se pudieron celebrar dos de los tres concursos previstos. El que sí se llevó a cabo fue el llamado «Quantum of Questions VIII», basado en mecánicas que no requerían de proyecciones.
Uno de los premios repartidos fueron los guantes técnicos que lleva Daniel Craig en Sin tiempo para morir y que nos brindaron la oportunidad de grabar este nuevo Licencia para desembalar.
¡Enhorabuena, Rocío!
Por supuesto, no faltó la habitual foto-póster -que se verá en la revista física de enero- e incluso hubo tiempo de echar una partida al juego de preguntas bondiano «Reel to Reel» y a un juego de cartas de carácter cómico que trajo Pedro, en este caso sin relación con la franquicia. A todo esto hay que añadir el disfrute habitual durante las diversas comidas y cenas.
En la imagen, la cena de despedida en la pizzería Vittorio, a la que se unió el agente Carlos.
Más información y fotos en nuestra próxima revista en papel.
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