Notas de producción con la ficha técnica, el reparto, los antecedentes y la sinopsis de la décimo quinta aventura oficial de James Bond
Ficha Técnica
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Reparto
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Origen
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Gran Bretaña
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James Bond
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Timothy Dalton
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Rodaje
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1987
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Kara Milovy |
Maryam d’Abo
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Duración
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126 Min
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Georgi Koskov
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Jeroen Krabbe
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Modo |
Technicolor
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Brad Whitaker
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Joe Don Baker
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Formato
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2:35 Panavision
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M
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Robert Brown
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Sonido
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Stereo Dolby
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General Pushkin
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John Rhys-Davies
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Producción
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Eon
Danjaq Production |
Kamran Shah
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Art Malik
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Guion
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Richard Maibum
Michael G. Wilson |
Necros
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Andreas Wisniewski
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Saunders
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Thomas Wheatley
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Realizador
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John Glen
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Moneypenny
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Caroline Bliss
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Director foto
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Alec Mills
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Felix Leiter
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John Terry
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Dtor. artístico
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Terry Ackland-Snow
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General Gogol
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Walter Gotell
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Decorador
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Peter Lamont
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Rubavitch
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Virginia Hey
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Especialistas |
Paul Weston
Rémy Julienne
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Coronel Feyador |
Juhn Bowe
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Rosika Miklos
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Julie T. Wallace
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Ef. especiales
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Chris Corbould |
Linda
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Kell Tyller
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Títulos
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Maurice Binder
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Q
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Desmond Llewelyn
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Montaje |
John Grover
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Frederick Gray
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Geoffrey Keen
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Música
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John Barry
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004 |
Frederick Warder
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002 |
Glyn Baker
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Tema |
A-ha
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Ava |
Dulice Liecier
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Vestuario |
Emma Porteus
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Liz |
Catherine Rabett
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Reparto |
Debbie McWilliams
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Achmed
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Atik Mohamed
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Antecedentes
La búsqueda de un nuevo actor que interpretara a 007 sucediendo a Roger Moore, retirado de la serie tras Panorama para matar, provocó la previsible locura mediática. Los candidatos rumoreados iban desde el plausible Sam Neill pasando por el improbable Christopher Reeve (dijo que habían contactado con él), hasta el virtualmente imposible Finley Light (un desconocido modelo australiano). Finalmente, parecía que lo único cierto era que Pierce Brosnan sería el siguiente James Bond en 007: Alta tensión y Albert R. Broccoli lo había hecho todo, excepto anunciar oficialmente a Brosnan como nuevo 007. Claramente, se trataba de una elección popular con el público, que pensaba que la experiencia de Brosnan interpretando a un detective en la recientemente cancelada serie de televisión Remington Steele le daba los conocimientos necesarios para el papel. Sin embargo, cuando la NBC pensó en reactivar la serie por la nueva fama adquirida por Pierce, Brosnan se vio obligado a hacer de tripas corazón por perder el papel (irónicamente, el nuevo Remington Steele fue cancelado poco después).
Broccoli se acercó entonces a Timothy Dalton, a quien había considerado durante mucho tiempo un firme candidato para el papel de Bond. Cuando Dalton aceptó de forma entusiasta, la maquinaria publicitaria se puso en movimiento para asegurar que cada fan de Bond en la tierra supiera que él había heredado el testigo de Roger Moore. La elección de Dalton fue estratégica. Su intenso estilo de actuación aseguraba que las películas Bond volverían al género de los thrillers serios. En efecto, 007: Alta tensión está refrescantemente exenta de embarazosos gags y humor exagerado. Dalton se tomó el papel de Bond seriamente y se sumergió en la lectura de las novelas de Fleming para asegurarse que daba a 007 un fondo peligroso. En efecto, si Dalton tiene alguna crítica es su incómoda forma de decir las obligatorias respuestas cortas de cualquier actor que interpreta a Bond. Afortunadamente, el guion las reduce a la mínima expresión.
En cualquier caso, 007: Alta tensión tuvo éxito tanto a nivel artístico como financiero. La película es un animado thriller con un reparto diverso e interesante, lugares exóticos y una excelente banda sonora a cargo de John Barry. Los momentos más destacados incluyen una secuencia precréditos excelente y una lucha incluso más impresionante entre Bond y su potencial asesino a bordo de un avión – una de las más impresionantes escenas de especialistas aparecidas jamás en la serie. Los puntos débiles incluyen enemigos de poco calibre y la falta de aventuras románticas de Bond, que esta vez es monógamo (salvo una breve excepción). La era Dalton había empezado, aunque nadie sabía en ese momento que su considerable contribución a la serie se limitaría a sólo dos películas.
La misión
James Bond es destinado a Bratislava, Checoslovaquia, para encargarse de la deserción del alto cargo soviético, el General Koskov. Su atrevida fuga tiene éxito y Koskov informa al MI6 de que el General Pushkin del KGB ha iniciado un programa de asesinatos contra agentes británicos. Para prevenir cualquier otra muerte, se le asigna a Bond que mate a Pushkin. Sin embargo, en el proceso 007 descubre que la operación es sólo una trama de Koskov para que el MI6 mate a Pushkin, que estaba a punto de arrestarle por llevarse fondos públicos. Bond descubre que Koskov está aliado con el traficante internacional de armas Brad Whitaker y que los dos han iniciado un ambicioso plan para utilizar el dinero soviético para un cargamento de armas que financie la compra de opio, que entonces venderán obteniendo unos enormes beneficios. Bond forma una alianza con Pushkin y utiliza a la engañada novia de Koskov, Kara Milovy, para perseguirle. La pista le conduce a una base militar soviética en Afganistán. Aquí, Bond consigue convencer al líder de la resistencia, Kamran Shah, para lanzar un ataque a la base y ayudar a desbaratar el plan de Koskov. Bond persigue a Koskov hasta la mansión de Whitaker en Tánger. En un breve pero intenso tiroteo, Bond se las arregla para matar al traficante y Pushkin arresta a Koskov – cuyo destino parece bastante oscuro.