Los aliados que prestarán su ayuda a 007 en la decimoquinta aventura oficial de James Bond
Pushkin es el jefe de la KGB que ha sustituido al General Gogol. Ha sido engañado por Koskov quien le ha hecho pasar por el líder de una campaña de asesinatos dirigida a agentes del MI6. A Bond se le asigna la misión de matarlo pero se cree la versión de Pushkin quien le cuenta que ha sido utilizado por Koskov. Bond y Pushkin traman un plan en el que 007 ‘mata’ al jefe de la KGB con la intención de que Koskov haga un movimiento.
El papel de Pushkin es uno de los más destacados y Rhys-Davies lo interpreta con gran ingenio y humor.
Art Malik | Kamran Shah
Shah es el líder educado en Oxford de la resistencia afgana, los Mujaidines. Cuando Bond le libera de la cárcel soviética (y de la muerte), el rebelde le devuelve el favor y ayuda a 007 a acabar con Koskov y las fuerzas soviéticas liderando a sus hombres en una emboscada a caballo sobre la base aérea. Esta secuencia – una de las escenas de acción a gran escala más efectivas de los últimos años – está muy bien escenificada.
El personaje de Shah está muy bien escrito e interpretado de forma convincente por el paquistaní Art Malik.
Thomas Wheatley | Saunders
El obligado chivo expiatorio de la película, Saunders es el contacto de Bond en Bratislava en la misión para ayudar a la deserción de Koskov. Los dos hombres no se gustan entre ellos y cuando Bond duda en el momento de matar a Kara (que se hace pasar por francotiradora del KGB), Saunders cumplimenta una queja formal dirigida a M en la que acusa a 007 de eludir su deber. Sin embargo, más tarde desarrolla un profundo respeto hacia Bond al que ayuda a sacar a Kara del país. Muere asesinado por Necros en un parque de atracciones en una secuencia muy efectiva.
Thomas Wheatley es muy bueno como colega y antagonista de Bond, y su violenta muerte impacta a la audiencia.
Desmond Llewelyn | Q
Q dice su mejor frase de toda la película cuando le enseña a Bond su último invento, un equipo de música portátil con bazuca incorporado: ‘Es algo que estamos haciendo para los americanos’. Q también ayuda en la deserción de Koskov con un dispositivo que lo catapulta a través de un oleoducto.
Vemos a M en una misión de campo a bordo de un avión que sobrevuela el Peñón de Gibraltar. Desde aquí envía a tres 00 a una misión de entrenamiento consistente en lanzarse en paracaídas y tomar la base militar de abajo. M más adelante desestima las sospechas de 007 sobre la posibilidad de que la muerte de Pushkin sea parte de un plan elaborado por Koskov. Aunque esta secuencia debería ser tensa, tal y como sucedía en enfrentamientos previos entre él y 007 (James Bond contra Goldfinger, 007: Al servicio secreto de Su Majestad,…), Brown resulta demasiado suave como M.
La tarea de suceder a Lois Maxwell en el papel de Moneypenny tras catorce apariciones no es nada envidiable. Caroline Bliss, que utilizará como cebo la música de Barry Manilow para llevar a 007 a su apartamento, no tiene éxito intentando conseguir un impacto significativo como secretaria enamorada, pero esto se debe a que el guion no ofrece mucho del tradicional flirteo entre Moneypenny y Bond. El Bond de Dalton parece no darse ni cuenta de sus atenciones y su relación con Moneypenny no es ni mucho menos sugestiva.
Gray ayuda a interrogar a Koskov, y más tarde cae en su predecible pánico cuando dice que debe informar al Primer Ministro de que el KGB ha capturado a su preciado desertor.
El inesperado placer de tener de regreso a Leiter una vez más (no había aparecido en una película Bond desde Vive y deja morir) se desperdicia cuando vemos que Leiter simplemente se encarga de dar la bienvenida a Bond en un yate y posteriormente se comunica brevemente con él por radio. No hay ningún intento de construir un sentimiento entre ellos, y el personaje de Leiter podría ser muy bien un extraño para 007.
El papel lo interpreta esta vez John Terry, que prácticamente no tiene ningún tipo de química con Dalton.
Walter Gotell | General Gogol
Ahora un miembro de la oficina de asuntos exteriores soviética, Gogol ha pasado su cargo como jefe del KGB al General Pushkin. Hace una bienvenida aparición, aunque muy breve. Esto se debe a que originariamente el papel de Pushkin estaba destinado a Gogol. Sin embargo, cuando Walter Gotell cayó enfermo, Cubby Broccoli no tenía seguro para un papel tan importante. Según Gotell, Cubby incluso se ofreció a pagar una extravagante suma de su propio bolsillo para asegurarlo, pero aún así no consiguió la cobertura. En consecuencia, se creó el papel de Pushkin.
A Gotell se le dio un papel pequeño al final de la película en el que tiene un cordial encuentro con Kara en el que le asegura conseguirle una visa para que pueda visitar la Unión Soviética a placer. Esta fue la última aparición del personaje y de Gotell, que apareció en las películas Bond con una considerable presencia de pantalla durante muchos años.
Dulice Liecier y Catherine Rabett | Ava y Liz
Agentes de la CIA que trabajan para Felix Leiter en Tánger. Juntas ayudan a 007 a escapar de la policía local por «matar» al General Pushkin.