Los resultados de taquilla de la parodia protagonizada por David Niven, Peter Sellers y Woody Allen
Columbia Pictures aprobó un presupuesto para la producción de 6 millones de dólares, una gran cantidad para 1966. Sin embargo, los numerosos problemas de rodaje demoraron el calendario de producción, lo que provocó que se dispararan los costes hasta casi el doble del presupuesto original, convirtiendo a la película en una de las más caras de la historia del cine hasta ese momento. A modo comparativo, la película Bond oficial anterior, Operación Trueno, había costado 11 millones de dólares, mientras que la posterior, Solo se vive dos veces, estrenada el mismo año que Casino Royale de 1967, tuvo un presupuesto final de 9,5 millones de dólares. Como consecuencia de todo esto, la película recibió el apodo de “mini-Cleopatra”, refiriéndose a los costes extraordinarios incurridos durante el rodaje de Cleopatra el mismo año.
La primera película sin Sean Connery como James Bond atrajo un gran interés de la prensa.
Prevista para estrenarse por Navidad de 1966, al final la película se estrenó en abril de 1967. El reclamo de la película decía: “Casino Royale is too much…. for one James Bond!” (Casino Royale es demasiado….¡para un solo James Bond!), en referencia al ardid de Bond para despistar a SMERSH nombrando a seis otros agentes como “James Bond”.
El brillante póster de la película, obra de Robert McGuinnis, se convirtió en el acto en uno de los más memorables de la historia Bond pues, de alguna manera, resumía la Bondmanía mundial sobre la piel de una modelo.
En España, previamente al estreno aparecieron en la prensa una serie de avances que junto con imágenes de la película hacían gran alarde de la producción.
La publicidad en prensa se basó en el diseño de McGuinnis:
A pesar de las desastrosas críticas premonitorias, el nombre de James Bond fue suficiente para convertirla en la tercera película más taquillera en Estados Unidos de 1967 con una recaudación de 22 744 718 dólares, y un total mundial de 41 744 718 dólares. Orson Welles atribuyó el éxito de la película a la estrategia de marketing consistente en hacer aparecer una mujer desnuda completamente tatuada en los posters y el material promocional impreso.
En España la película fue ún éxito, permaneciendo hasta cinco meses en cines de Madrid y Barcelona.
Se reestrenó con otras películas. En 1979, Casino Royale formó doblete con El nuevo caso del Inspector Clouseau en un cómico programa doble en Barcelona.
Y en enero de 1981, se proyectó en Barcelona este curioso programa cinematográfico:
Aquí tenemos varias críticas de la época:
Diario Madrid, 23 de diciembre de 1967:
ABC Madrid, 24 de diciembre de 1967:
Diario de Las Palmas, 14 de mayo de 1968:
Odiel (Huelva), 1 de noviembre de 1968:
Esta parodia se proyectó en Televisión Española por primera vez el 23 de mayo de 1986, siendo por tanto la primera película de James Bond, aunque fuera tan atípica, emitida en una televisión de España. Los críticos televisivos destacan tanto el exceso como el desigual resultado de la cinta.