Los villanos más malvados aparecidos en la novena aventura oficial de James Bond


Christopher Lee
| Francisco Scaramanga

Un clásico enemigo de Bond, Scaramanga se considera a sí mismo el lado oscuro del personaje de James Bond y encuentra similitudes entre las dos personas, una noción que naturalmente 007 rechaza.

 Hijo de un lanzador de cuchillos cubano y de una encantadora de serpientes inglesa, Scaramanga pasó sus primeros años en un circo perfeccionando su habilidad para disparar. Para cuando llegó a la adolescencia, ya se había ganado la reputación de temido tirador. Fue reclutado por la KGB, pero más tarde se independizó, facturando un millón de dólares por ‘blanco’. Fue conocido como ‘el hombre de la pistola de oro’ debido al arma que utiliza: una pistola de oro. Se enorgullece de necesitar sólo una bala para hacer el trabajo. Scaramanga, aunque apolítico, hace favores al ejército rojo chino y, en consecuencia, se le permite establecer una masiva base de operaciones en una pequeña isla en aguas territoriales chinas. Aquí, él y su leal sirviente, Nick Nack, viven virtualmente en reclusión en medio de un estilo de vida lujoso. Scaramanga es un poco tacaño en cuanto a contratar empleados se refiere. Decepcionantemente, sólo tiene un técnico que parece controlar toda su instalación, lo cual lleva a un final un poco débil. Scaramanga se ha asegurado de que no existan fotos de él, pero tiene un rasgo físico característico: un tercer pezón. Encuentra la muerte en el duelo cara a cara que tiene lugar en su peculiar casa del terror.

Christopher Lee es una elección de reparto inspirada en una película por otro lado poco inspirada. Él es sexy, inteligente y encantador y las escenas en las que él y Bond tienen un duelo verbal son destacables. No puede decirse lo mismo en cuanto al duelo físico, el cual es predecible y flojea un poco. En el momento en que vemos que Scaramanga tiene una réplica de cera de Bond en su museo, sabemos que 007 acabará intercambiando el lugar con la figura para acabar con su adversario.

Herve Villechaize | Nick Nack

Enemigo intrigante y único, el enano Nick Nack es un secuaz muy adecuado para Scaramanga y los dos forman una extraña pareja de socios del crimen. Nick Nack es el cocinero de Scaramanga, chef, y jefe de lavado de botellas, realizando de todo, desde la preparación de comidas de gourmet hasta llevar a cabo asesinatos.

 Maravillosamente interpretado por Herve Villechaize, su personaje se mantiene al margen la mayoría del tiempo y, afortunadamente, no se utiliza para la mayoría de chistes gratuitos aparecidos en la película. Nick Nack actúa como un tipo de versión perversa del mayordomo Kato de La pantera rosa que intenta mantener a su jefe en forma con ataques inesperados – en este caso utilizando asesinos verdaderos que desean enfrentarse a Scaramanga. Aunque Nick Nack es un personaje interesante, su aparición al final de la película en una lucha contra Bond es más embarazosa que emocionante, ya que es difícil ver al gran 007 humillado por este diminuto adversario (cuyo destino queda ambiguo).

Herve Villechaize interpretó un personaje similar años más tarde en la serie de televisión Fantasy Island, junto a Ricardo Montalbán que sospechosamente parecía una versión benigna de Scaramanga. Trágicamente, Villechaize se suicidaría en 1993.

Richard Loo | Hai Fat

 Este industrial corrupto de Hong Kong contrata a Scaramanga para matar a Gibson, el inventor del Agitador Solex, y robar el dispositivo para sus propios cometidos. No es engañado cuando 007 se hace pasar por Scaramanga. Hace capturar a Bond y llevarlo a la escuela de kung fu donde 007 escapa por poco de la muerte.

En una de las mejores secuencias de la película, Scaramanga acepta educadamente un discurso de Fat, mientras monta disimuladamente su pistola de oro que utiliza para asesinarlo. Entonces asume el control del imperio de negocios de Fat.

Chan Yiu Lam | Chula

 El mejor estudiante de la escuela de kung fu de Hai Fat, Chula es el adversario al que Bond es obligado a enfrentarse a muerte. La secuencia, que presenta a los dos hombres luchando frente al resto como si de un campeonato se tratara, es bastante entretenida – hasta que Chula y sus compañeros son ridículamente vencidos por dos jóvenes chicas. Entonces, persigue a Bond en una persecución de botes por los canales de Bangkok.