007 ha pedido y tomado cerveza en distintas ocasiones, tanto en las novelas como a lo largo de la serie de películas

La cerveza es una bebida que no suele asociarse a James Bond. De hecho, cuando se supo que en Skyfall iba a beber cerveza, los medios no tardaron en hacerse eco, informando erróneamente que esta sería la primera ocasión en la que Bond probaba esta bebida y que 007 solo bebería cerveza, abandonando el martini.

Nada más lejos de la realidad. Para demostrarlo, analizamos a continuación todos los momentos en que Bond pide cerveza, así como la relación con las marcas de esta popular bebida.

En las novelas, Ian Fleming no siempre especificaba la cerveza que bebe Bond. Esto sucede en La Rareza Hildebrand, cuando 007 y Fidèle Barbey comen una ensalada de pollo y una cerveza fría de la nevera; o en Al servicio secreto de Su Majestad, cuando Bond celebra su cercana boda con Tracy con el taxista que lo lleva, un antiguo piloto de la Luftwaffe, comiendo un «montón de Weisswurst» y bebiendo cuatro jarras de cerveza.

La primera vez que 007 pide una cerveza es en la novela Diamantes para la eternidad, cuando él y Felix Leiter paran en un restaurante de carretera en su camino a Saratoga; ambos piden una Miller High Life para acompañar sus huevos revueltos y salchichas.

Quizás una de las razones por las que Fleming la eligiera fue su eslogan: «El Champagne de las Botellas de Cerveza», que evolucionó a «El Champagne de las cervezas». Originaria de 1903, la Miller High Life era reconocida como una cerveza premium altamente carbonatada, como el Champagne, y al principio se vendía en pequeñas botellas de champagne.

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La segunda marca de cerveza que identificamos en las novelas es la Löwenbräu. En Goldfinger 007 la toma mientras está en la brasería «Bavaria» de Génova reflexionando sobre la maleta de Goldfinger. En esa ocasión Bond pide Enzian (schnapps suizo) bañados en Löwenbräu. La marca se repite en 007: Alta tensión cuando, estando en Berlín, Bond come arenques macerados acompañados con dos «Molle mit Korn», que según Fleming es el término berlinés para pedir schnapps y cerveza doble.

La Löwenbräu (brebaje del león) se elaboró en 1383 y se ha servido en todas las Oktoberfest de Munich desde 1810, siendo una de las seis únicas marcas que se permite servir en este festival anual de otoño.

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Cuando James Bond busca por Jamaica a «Pistolas» Scaramanga en la novela El hombre de la pistola de oro, llega al Dreamland Café, 3 1/2 Love Lane en Savanna la Mar. Allí 007 pedirá una Red Stripe; tras su encuentro con Scaramanga, quien mata los dos pájaros del dueño del local con su pistola de oro, ambos hombres se toman una botella de cerveza.

En las películas vemos presencia de cerveza ya en Agente 007 contra el Dr. No (1962). Aunque Bond no la bebe, su compañero Quarrel se toma una Red Stripe cuando Bond se dirige al Pussfeller’s; posteriormente, en la pelea en el almacén del local, pueden verse varias cajas de la misma marca jamaicana.

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En 007: Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) vemos a Bond pidiendo una cerveza en uno de los puestos locales, tras conseguir escapar del Piz Gloria.

Un año antes se había lanzado al mercado la James Bond 007 Special Blend, una mezcla de licor de malta y cerveza producida en 1968 por la National Brewing Company de Baltimore (Maryland). La National, que también tenía fábricas en Detroit, Miami y Phoenix, es más conocida como Colt 45 licor de malta y cerveza National Bohemian. Las latas de esta cerveza presentaban a mujeres atractivas posando delante de monumentos famosos de Londres. La marca fue retirada porque National Brewing no había pedido permiso para utilizar los pertinentes derechos. Actualmente estas latas se cotizan entre coleccionistas con un precio alrededor de los 500$.

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Continuando con las películas, en Octopussy (1983), cuando 007 se dirige hacia el circo para desactivar la bomba, una pareja alemana le recoge haciendo auto-stop y comparte su cerveza y salchichas con 007. Sin embargo, ni en esta película ni en la protagonizada por George Lazenby descubrimos de qué marca se trata.

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No será hasta 007: Licencia para matar (1989) cuando veamos de nuevo a Bond pidiendo una cerveza, en este caso una Budweiser. La acción transcurre junto a Pam Bouvier en el antro llamado Barrelhead de Bimimi y, aunque se las sirven incluso con una rodajita de limón cortado en el cuello de la botella, 007 no llega a probarla porque antes empieza una pelea.

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Budweiser no necesitaba presentación debido a su popularidad en los Estados Unidos. En Europa es conocida en muchos países simplemente como una Bud. Esto se debe a la existencia de una marca de cerveza checa que se llama exactamente igual.

Bond no se tomará una cerveza hasta Quantum of Solace (2008), donde le sirven una Cervecita en un bar Boliviano junto a Felix Leiter. Cervecita es una marca inventada, aunque posiblemente su nombre esté inspirado en la Coronita.

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Heineken estuvo muy unida a la promoción de Quantum of Solace, y encabezó una impresionante campaña en Skyfall llamada Crack the Case, cuyo detalle puede verse aquí.

Sin embargo, la marca de cerveza no aparecería en pantalla hasta Skyfall (2012), donde lo hace en varias ocasiones de forma no muy sutil. Entre todas las veces que podemos verla destacamos:

– Las cajas durante la persecución en moto, justo cuando Patrice queda bloqueado por la furgoneta y decide subir a los tejados de Estambul.
– Bond tomando un trago mientras está «disfrutando de la muerte» en Grecia.
– Las botellas que pueden verse en la nevera de la barra que hay en el restaurante del hotel de Shangái donde se hospeda 007.
– Anuncio en una de las paredes del metro de Londres.
– El trago que se toma Tanner (Rory Kinnear) junto a Q mientras dejan una pista informática sobre el paradero de Bond huyendo a Escocia.

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