Las chicas Bond más seductoras aparecidas en la décimoséptima aventura oficial de James Bond
Esta programadora de ordenadores rusa trabaja en las instalaciones de armas de Severnaya en Siberia. Cuando Natalya presencia la destrucción de las instalaciones y el robo del Goldeneye por parte del General Ourumov, está marcada para morir. Es una heroína de los 90: independiente, valiente y cínica e Izabella Scorupco la interpreta muy correctamente.
Una pequeña queja: es una pena que esta mujer tan guapa esté tan mal vestida durante toda la película. Probablemente se le podría haber proporcionado un escenario en el que pudiera llevar un vestuario más elegante.
En la novelización de El mañana nunca muere, James Bond revela que Natalya Simonova se casó con un jugador de hockey sobre hielo (en la vida real Izabella Scorupco se casó con Mariusz Czerkawski, un jugador de hockey sobre hielo).
Famke Janssen | Xenia Onatopp
Paseándose por la delgada línea de lo políticamente incorrecto, el refrescante personaje de Xenia Onatopp nos devuelve a los gloriosos días de las villanas Bond. La incombustible Xenia, interpretada con gran celo por Famke Janssen, se mantiene a la altura en todos los sentidos. Con una impresionante belleza, combina su amor por el sadomasoquismo con sus dotes asesinas. Su método preferido es estrangular a su víctima con sus piernas hasta la muerte. Piloto de caza soviético, roba un helicóptero Tiger de alta tecnología de la Marina Fancesa.
Las escenas entre Xenia y Bond están muy bien escritas e incluyen varios dobles sentidos, tan habituales en la era Connery. Xenia viste exóticamente y tiene un gusto especial por los puros- que fuma de forma sugerente.
Serena Gordon | Caroline
La atractiva y conservadora agente del MI6, es enviada por M para realizar un trabajo de campo y evaluar la actuación de 007 en el sur de Francia. El personaje únicamente existe para las tomas de reacciones de pánico cuando participa sin querer en la persecución entre el coche de Bond y el de Xenia (tras la cual, es seducida sin oponerse en el Aston Martin DB5).
La idea de que un agente que ha salvado el mundo de la destrucción tantas veces fuera sometido a una evaluación por parte de una burócrata junior es difícil de creer.