Los carteles y los resultados de taquilla del remake de Operación Trueno
El trato entre Kevin McClory y Eon para el rodaje de Operación Trueno estipulaba que McClory no podía realizar un remake de esta historia hasta pasados diez años. Vencido el plazo, el irlandés se empeñó en conseguirlo y periódicamente aparecían en la prensa noticias (algunas poco exactas) que hablaban del retorno de Connery al papel de 007. Cuando finalmente McClory lo consiguió esta nueva película ya tenía tras de sí una tremenda expectación.
4 de abril de 1975:
11 de octubre de 1978:
12 de octubre de 1979:
22 de diciembre de 1979:
2 de julio de 1980:
23 de abril de 1982
29 de octubre de 1982:
Además del regreso de Connery, también fueron noticia los intérpretes del resto de los papeles. Barbara Carrera recibió más atención que Kim Bassinger, pues esta última por entonces era menos conocida.
El póster de Renato Casaro para la película incluía algunas de las escenas más espectaculares:
La campaña americana la realizó Rudy Obrero y fue más sencilla o minimalista:
El poster español y los anuncios en prensa siguieron fielmente los diseños de Renato Casaro.
El estreno internacional se realizó en Mónaco, donde se había rodado parte de la película.
Sean Connery en persona presentó la película en Madrid.
El escocés fue la elegancia personificada en esta rueda de prensa, atendiendo las preguntas de los medios.
Tras esta rueda de prensa hubo un cocktail donde Sean Connery firmó su solicitado autógrafo.
La película alcanzó el puesto número uno en su estreno el 9 de octubre de 1983, marcando el mayor estreno en otoño de la época. Con un presupuesto de 36 millones de dólares, los ingresos en taquilla fueron de 160 millones de dólares (55,4 en Estados Unidos).
En España, Nunca digas nunca jamás fue un triunfo total, siendo la película que logró mayor número de espectadores en 1984, vendiendo 1.173.921 entradas y consiguiendo una recaudación de 315.187.933 pesetas.
El notorio crítico Roger Ebert puntuó la película con tres estrellas y media sobre cuatro, y escribió que Nunca digas nunca jamás, a pesar de basarse en un “guion Bond”, era distinta a otras películas Bond debido a la “profundidad y encanto” de Brandauer como Largo. Otro crítico, Danny Peary, escribió que “fue genial ver a Sean Connery regresar como James Bond tras doce años”, que el Largo “neurótico y vulnerable” de Klaus Maria Brandauer es “uno de los más complejos enemigos de Bond” y que Barbara Carrera y Kim Basinger “realizaron actuaciones memorables”. Peary también escribió que la “película es exótica, bien realizada, y dirigida con estilo… Podría ser una de las mejores películas Bond si el final no fuera decepcionante. ¿Cuándo se darán cuenta los productores de que las escenas de lucha submarinas no funcionan porque la audiencia normalmente no sabe diferenciar al héroe del enemigo y que ambos utilizan dobles?”.
Aquí tenemos diversas críticas en la prensa española de la época:
Revista de cine Dirigido Por, 1 de enero de 1984.
Revista Cambio 16 (Madrid), 16 de enero de 1984.
El Comercio (Gijón), 22 de enero de 1984.
El Diario Vasco (San Sebastián), 22 de enero de 1984.
Hoja del lunes de Madrid, 9 de enero de 1984.
ABC Madrid, 16 de enero de 1984.
Mediterráneo (Castellón de la Plana), 22 de enero de 1984.
ABC Sevilla, 21 de enero de 1984.
ABC Sevilla, 16 de febrero de 1984.
Originariamente, la película estaba programada para estrenarse en competencia directa con la pelicula de EON Octopussy, protagonizada por Roger Moore, lo cual llevó a los medios a imaginar “La batalla de los Bonds». Al final, las dos películas se estrenaron en momentos distintos (tras el estreno de El retorno del Jedi) en 1983 y ambas fueron grandes éxitos de taquilla. Al final, Octopussy consiguió resultados de taquilla algo mejores que Nunca digas nunca jamás, posiblemente por el hecho de que Octopussy se estrenó en verano y, Nunca digas nunca jamás, en otoño.
Sin embargo, al menos en Madrid no se desperdició la oportunidad de enfrentar ambas películas, reestrenándolas juntas el 25 de junio de 1984.
Nunca digas nunca jamás se estrenó en Televisión Española el 6 de enero de 1989, alcanzando una audiencia de catorce millones de espectadores. Los críticos televisivos valoran bien está película, destacando el trabajo de Connery, si bien admiten que podría haber sido mejor.