Las chicas Bond más seductoras aparecidas en la cuarta aventura oficial de James Bond

Claudine Auger | Domino Derval

 Dominique, o ‘Dominó’ para sus amigos, es una bonita aunque algo malhumorada mujer que sirve como amante al agente número dos de SPECTRA, Emilio Largo. Aunque el estilo de vida que lleva con Largo le permite todo tipo de lujos, éste la mantiene virtualmente como una prisionera. La aburrida belleza francesa es una deseosa amante de Bond, quien le informa en su momento que su hermano, un piloto de la OTAN, ha sido asesinado bajo las órdenes de Largo. Emocionalmente afectada por las noticias, Dominó arriesga su vida para ayudar a Bond, y es ella misma quien se toma la venganza matando personalmente a Largo.

Claudine Auger, la Miss Francia del momento, fue una elección inspirada para el papel de Dominó, uno de los más complejos entre las heroínas de 007. Elegida entre 600 aspirantes (entre ellas Raquel Welch y la Miss Italia y Miss Europa, Maria Buccella), Auger no sólo es una belleza espectacular, sino que interpreta satisfactoriamente la tristeza interior de una mujer mimada, pero no amada, atrapada en una red aparentemente sin salida de decepciones y peligros. Al igual que otras actrices Bond de las primeras películas, Auger fue doblada en el montaje final.

Martine Beswick | Paula Caplan

 La bonita nativa de las Bahamas trabaja con Bond y el compañero del MI6, el agente Pinder, en Nassau. Única entre todas las chicas Bond que no muestra evidencias de que hayan sido amantes, Paula es capturada por Fiona Volpe. Antes de arriesgarse a divulgar información clasificada, heroicamente toma una píldora de cianuro.

Martine Beswick, que tiene una espectacular presencia en pantalla como Paula, había aparecido como una de las gitanas luchadoras en Desde Rusia con amor. Beswick disfrutó el papel, especialmente cuando el director Terence Young le ordenó tomar el sol a conciencia durante dos semanas para ponerse bien morena y parecer una isleña. «Vaya un trabajo!» exclamó años más tarde, recordando lo bien que lo había pasado rodando Operación Trueno.

Molly Peters | Patricia Fearing

 Se trata de una fisioterapeuta sexualmente liberada que «cuidará» a Bond para que recupere su salud en la clínica Shrublands. Una rubia vivaz (aunque originariamente la actriz era morena), Pat sucumbirá de buen grado a las tentaciones de un Bond con guantes de visón que utilizará libremente con ella. Patricia aparece en pantalla brevemente, pero sus escenas con Bond se encuentran entre las más memorables de la película. Molly Peters consigue una buena combinación de inocencia y sensualidad.

La escena en la que Bond la seduce en una sauna fue considerada tan provocativa que se vació el estudio para rodarla, aunque para los estándares actuales es algo banal. Ostenta el honor de ser el primer desnudo de la serie Bond.

Se produce un guiño cuando Bond abandona Shrublands y se despide de Pat con la promesa de reencontrarse «en otro momento, en otro lugar». La frase es una referencia al temprano film de Connery Another time, another place en el que actuaba junto a Lana Turner.