Los villanos más malvados aparecidos de la undécima aventura oficial de James Bond
Billonario respetado internacionalmente, cuyas Industrias Drax construyen naves espaciales para el gobierno americano. Drax, un hombre muy culto y de maneras delicadas, tiene un seco sentido del humor y un buen ojo para las mujeres bonitas. Se satisface en cada lujo imaginable y posee un Château del tamaño de un palacio en California (transportado piedra a piedra desde Francia), así como insignificantes negocios en Venecia y Brasil. Es en las junglas brasileñas donde ha construido un gigantesco cuartel general escondido desde donde es capaz de lanzar sus propias naves Moonraker a su estación espacial secreta.
Al igual que el enemigo de la novela de Ian Fleming, Drax es tenido en alta estima a lo largo del mundo. Sin embargo, al contrario de la imagen grotesca del personaje del libro, el actor Michael Lonsdale es la imagen de la dignidad. Su actuación, criticada por muchos por ser de baja intensidad, es en realidad muy entretenida. Lonsdale suelta sus punzantes líneas de diálogo de forma que continuamente se pone por encima de Roger Moore, aunque Moore consigue reír el último cuando hiere mortalmente a Drax y lo empuja fuera de la estación espacial diciendo: ‘Dé un gran paso para la humanidad’ (en la versión española se eliminó esta frase que aludía a la dicha por Neil Armstrong al pisar la Luna, y aprovechando que Moore está de espaldas, ni tan siquiera se sustituye por otra).
El regreso de Tiburón en Moonraker fue tema de controversia entre los fans. Todo el mundo parecía estar de acuerdo en que era el enemigo perfecto en La espía que me amó, pero existía el temor de que una segunda actuación le convirtiera en un vergonzoso segundo Sheriff Pepper. Los miedos se justificaron parcialmente.
Tiburón, que era un poco de dibujos animados en la anterior película, es ahora el centro de las secuencias de porrazos cómicos. En el lado opuesto, sin embargo, hay al menos un intento de dar al personaje unos interesantes trazos personales y su transformación de enemigo a aliado de 007 es intrigante.
Richard Kiel embellece el patetismo del personaje de Tiburón y hace interesante un personaje previamente unidimensional.
Toshiro Suga | Chang
Con la presentación de este sirviente/esbirro de Drax, se pretendía obviamente hacer regresar el recuerdo de Oddjob. Chang es una figura silenciosa y amenazante, que es más que capaz de ejecutar la orden de Drax de ‘Cuidar al Sr. Bond. Podría hacerse daño’.
Chang realiza un intento fallido de acabar con Bond manipulando la velocidad de la máquina centrifugadora. Es la mejor secuencia de la película porque hay suspense genuino y Bond parece aterrorizado por la dura prueba.
Posteriormente, Chang acorrala a Bond en la fábrica de vidrio de Venecia donde los dos se enzarzan en una lucha magníficamente escenificada con el predecible destrozo de virtualmente cada objeto. Sin embargo, como muchas otras escenas de la película, el impacto se reduce porque termina con una nota cómica. Uno se pregunta lo discreto que el asesino oriental debería resultar vestido con los adornos del Kendo entre la población veneciana…