Los gadgets más asombrosos proporcionados por la Sección Q aparecidos en la quinta aventura oficial de James Bond
Armas ninja
Cuando Bond visita la escuela de entrenamiento de Tanaka para ninjas, le enseñan una variedad de armamento ninja innovador.
Por ejemplo, hay pistolas de cohetes y rifles que disparan balas propulsadas que explotan con el impacto; estrellas ninja arrojadizas, una antigua arma de artes marciales con afiladas puntas que Tanaka utiliza finalmente para salvar a Bond de ser asesinado por Blofeld; y cigarrillos lanzacohetes, que esconden un pequeño misil explosivo (este dispositivo es básico en los esfuerzos de Bond para acabar con SPECTRA).
Cuando Tanaka le advierte de que ‘este cigarrillo puede salvarle la vida’, Bond bromea diciendo que suena como un anuncio.
Decodificador de cajas fuertes
Tras irrumpir en el cuartel general de Osato, Bond utiliza un dispositivo de última generación para saltarse la combinación, abrir la caja fuerte y conseguir documentos importantes.
El decodificador de cajas fuertes, que es una unidad compacta, descubre cualquier posible variación de la combinación a la velocidad del rayo hasta que encuentra la correcta.
Unidad de respiración submarina y sudario
Seguiendo su asesinato simulado en Hong Kong, Bond es enterrado en el mar como comandante de la Marina Real. Su cuerpo es envuelto como una momia en un sudario y lanzado al océano, donde unos hombres rana lo recuperan y lo llevan a bordo del submarino M1.
Una vez dentro del submarino, Bond es liberado de su sudario, revelando una unidad de respiración submarina completa que le ha permitido respirar dentro. Sale del sudario vestido de uniforme de comandante, y – siguiendo el estricto protocolo naval – dice ‘Permiso para subir a bordo, señor’.
Bomba pintalabios de Helga
Mientras se encuentra a bordo del avión Cessna de Helga Brandt, la engañosa amante de Bond le traiciona y utiliza una pequeña bomba escondida en su pintalabios para enviar el avión a una rápida caída.
El paracaídas de Helga la salva, dejando a 007 enfrentándose a una muerte (casi) segura.