Las chicas Bond más seductoras aparecidas en la octava aventura oficial de James Bond


Jane Seymour
| Solitaire

 Al igual que su madre antes que ella, la bella y virginal Solitaire es tratada como una posesión personal por el Dr. Kananga, quien utiliza sus poderes de percepción extrasensorial para fines malignos. Su habilidad única para utilizar cartas de tarot y predecir con ellas el futuro la convierte en algo tan valioso para el hambriento de poder Kananga que éste se resiste a la tentación de hacerle el amor – un acto que la privaría de sus habilidades espirituales.

Solitaire, retenida durante mucho tiempo por Kananga en contra de su voluntad, es fácilmente seducida por James Bond, quien la engaña haciéndole creer que su romance ‘está en las cartas’. Aunque Bond también la está utilizando para sus propósitos, un genuino afecto aparece entre ambos.

Jane Seymour hizo su debut en la gran pantalla con Vive y deja morir y se las arregla admirablemente, aunque su talento de alguna forma se diluye debido al guion, que hace parecer a Solitaire como poco más que una glorificada Lois Lane. Es la típica mujer indefensa cuya única habilidad es ser capturada y conseguir que el héroe arriesgue su vida para rescatarla.

Madeline Smith | Srta. Caruso

 Esta voluptuosa agente italiana arriesga su carrera por un romance con 007. Mientras sus superiores la buscan por todo el mundo, la Srta. Caruso está disfrutando de una larga estancia en el piso de 007, dando a la audiencia la segunda oportunidad de ver el piso de soltero de Bond (la primera tiene lugar en Agente 007 contra el Dr. No).

Madeline Smith tiene el privilegio de ser la primera chica Bond de la era Roger Moore.