Las campañas de marketing, el merchandising y los resultados de taquilla de la octava aventura oficial de James Bond
Sean Connery sólo había firmado para regresar una vez, así que los productores tuvieron que buscar un nuevo James Bond por tercera vez consecutiva, y esta vez se dieron las circunstancias para que Roger Moore pudiera acceder al papel. Al contrario que sus predecesores Moore ya era una estrella gracias a su serie «El Santo», lo cual se destacó en las noticias de la prensa.
Para asegurar que el público se percatara de que Roger Moore era ahora el James Bond del momento, junto a la película se llevó a cabo una campaña de relaciones públicas relámpago. Al contrario que Sean Connery, Roger Moore hizo entusiasmado la gira internacional, explicando anécdotas juguetonamente y ganándose las audiencias con su sentido del humor único.
Las mujeres protagonistas también recibieron la debida atención de la prensa, principalmente Jane Seymour quien ya era conocida por series como La línea Onedin.
El rodaje apareció en diversas noticias, centrándose en los aspectos más exóticos de esta producción.
El estreno mundial se produjo en el cine Odeon, de Londres, con la asistencia de la familia real inglesa, y diversos famosos, entre ellos Peter Sellers, quien había aparecido como «James Bond» en Casino Royale hacía unos años. Sellers había estado casado con Britt Ekland entre 1964 y 1968, quien será la protagonista de El hombre de la pistola de oro.
El poster de la película fue diseñado por Robert McGinnis, el cual fue utilizado en España… con los bikinis un poco retocados por la censura. La promoción en prensa utilizó ese diseño, pero también se utilizaron fotos de Moore. Dada la fama del actor, al contrario de lo que ocurrió con Lazenby, su nombre aparecía con el mismo tamaño de letra que «James Bond», e incluso se jugaba con las oes de su nombre para formar «007». Curiosamente, en algunos anuncios se leía «Roger Moore como James Bond» y en otros «Roger Moore es James Bond».
Se llevaron a cabo grandes campañas publicitarias con los botes Glastron y los motores Evinrude (apareciendo pósters que actualmente son objeto de colección). En Inglaterra, Schick realizó una campaña publicitaria para enfatizar que eran la navaja de afeitar elegida por 007. Jane Seymour y Gloria Hendry aparecieron en un prominente artículo de Playboy dedicado a la película.
Para la campaña de pósters, Moore fue dibujado en la posición típica de Connery en la que cruza su pistola por encima del pecho. Las imágenes dibujadas enfatizaban de forma importante el tema del ocultismo y las cartas del tarot, lo cual es especialmente importante en la película. Las cartas, diseñadas por el joven Escocés Fergus Hall especialmente para la película, fueron suficientemente impresionantes para ser vendidas como juego de consumo en una caja de 007 junto con el libro titulado El libro del tarot James Bond 007. Este artículo llegó incluso a España.
Otro merchandising incluía un póster inglés de Roger Moore en acción producido por Scandecor, un juego de diapositivas 3-D, un ‘James Bond Super Action Set’ de Lone Star Toys de Inglaterra que incluía una pistola, un walkie-talkie, una granada, y otras ‘necesidades’ para espías jóvenes, el Diario James Bond de Roger Moore con anotaciones del día a día del actor durante el rodaje de la película (aunque la edición inglesa inexplicablemente no contiene la fascinante introducción que se puede encontrar en la americana), y el folleto típico vendido en los cines ingleses.
En España, patrocinado por la compañía aérea Pan Am (Bond llega a Nueva York en un avión Boeing 747 de esta compañía) se realizó un concurso cuyo premio era un viaje al Caribe.
Cualquier duda sobre la aceptación del público de Roger Moore como James Bond se erradicó rápidamente cuando los beneficios de taquilla internacionales superaron a los de Diamantes para la eternidad con 161 millones de dólares. Broccoli y Saltzman podían respirar con tranquilidad. Tras años de muchas controversias públicas con Lazenby y Connery, ahora tenían un actor al que no sólo le gustaba el papel sino que además era aceptado por el público – aunque no por los críticos, que predeciblemente compararon a Moore de forma desfavorable con su predecesor. Para crédito de Moore, éste seguiría interpretando su versión propia del personaje.
Aquí tenemos algunas críticas de la época:
El Comercio (Gijón), 30 de diciembre de 1973:
Voluntad (Gijón), 2 de enero de 1974:
El Diario Vasco (San Sebastián), 17 de abril de 1974:
La Voz de España (San Sebastián), 18 de abril de 1974:
Aragón Expres (Zaragoza), 18 de diciembre de 1973:
La Vanguardia Española (Barcelona), 19 de diciembre de 1973:
Mundo Deportivo (Barcelona), 21 de diciembre de 1973:
Diario de Lérida, 15 de febrero de 1974:
Diario Español (Tarragona), 21 de marzo de 1974:
ABC Madrid, 19 de diciembre de 1973:
Valle de Elda (Alicante), 27 de abril de 1974:
ABC Sevilla, 20 de diciembre de 1973:
La estafeta literaria, 1 de enero de 1974:
Revista Flores y abejas, 19 de febrero de 1974:
Eco de Canarias, 5 de mayo de 1974:
La serie «El Santo» incluyó dos capítulos dobles cuya duración conjunta era de hora y media. En Europa se proyectaron en cine estos capítulos creando para ello unos títulos de crédito nuevos. Uno de ellos, The fiction makers (Secretaria para un ladrón), tenía incluso una trama inspirada en Bond. Aprovechando el nuevo papel de Roger Moore como Bond se reestrenó el otro, Vendetta for the Saint (La venganza del Santo), en febrero de 1974 promocionándola con una imagen de 007 vive y deja morir.
Esta película se emitió en televisiones españolas por primera vez en las cadenas autonómicas. Los críticos televisivos coinciden con la mayoría de los fans en considerarla una de las más flojas de la serie.